lunes, 1 de agosto de 2011

"Y tú, ¿qué opinas del 15M?"


Días de estar en casa twitteando, estar en la plaza bajo la lluvia, sudando bajo un sol abrasador, días de asambleas, de conciertos, de más asambleas, de organización en comisiones, de manifestaciones, días de echar la mente a andar. El llamado movimiento #15M ha sido mucho más que estar sentado en una plaza, mucho más de lo que los medios de comunicación masivos solo han sido capaces de esbozar. Durante estos últimos tiempos ha sido frecuente que durante cualquier conversación surgiera la pregunta de “¿tú que opinas del 15M?”. A pesar de haber estado expuestos a informaciones sobre estos acontecimientos durante ya más de dos meses lo normal es que el que contesta, aunque sea un asiduo lector de periódicos, solo sea capaz de ofrecer dos o tres argumentos y no muy extensos. ¿Por qué se produce esta paradoja de que un hecho tenga tanta cobertura mediática y que sin embargo la información novedosa y útil que llega al ciudadano sea insuficiente? Algunas de estas causas pueden ser la simpleza y superficialidad de las noticias, la falta de un contexto amplio en el que ubicarlas, la novedosa falta de jerarquización y burocracia del propio movimiento y los obstáculos que el 15M, como cualquier movimiento crítico, ha encontrado para llevar su versión a los medios de comunicación convencionales.

Sea como sea, el 15M ha supuesto un despertar de la opinión pública española, un tirón de orejas a todos aquellos que apostaban por una guerra partidista y daban de lado al debate democrático sobre propuestas concretas. El pueblo, y la juventud en concreto, han demostrado que siguen interesados en la política más allá de siglas y en saber cómo funciona un sistema económico y político excesivamente opaco. Los ciudadanos han decidido intentar tomar las riendas de un futuro que se escapa de su control, que se escapa de la democracia.

Cronología del 15M: desde el #nolesvotes hasta las acampadas

A pesar de la espontaneidad a la hora de levantar las acampadas el día siguiente de las movilizaciones del 15 de mayo, la gestación del movimiento venía de mucho tiempo atrás, concretamente desde la aprobación de la Ley Sinde en febrero y el surgimiento de #nolesvotes. Con esta campaña un grupo de ciberactivistas hacían una llamada para que los ciudadanos molestos con el recorte de libertades en la Red que supone esta nueva norma hicieran una reflexión sobre el voto que depositarían en las urnas el 22 de mayo y no apoyaran a PSOE, PP ni CiU, partidos que habían secundado dicha ley. Las redes sociales, y en especial Twitter y Facebook, se llenaron de mensajes de personas que comenzaban a hablar sobre el inmovilismo de PSOE y PP en el poder, de la corrupción sistémica y que pedían alternativas para traer aire fresco a la política española.

Mientras que cada vez más gente comenzaba a escribir sobre #nolesvotes, una nueva organización comenzaba a lanzar mensajes por Internet. Esta vez era Juventud Sin Futuro (JSF) un grupo de jóvenes “sin casa, sin curro, sin pensión y sin miedo”, que denunciaban el recorte de derechos que suponían las reformas adoptadas para salir de la crisis. En su manifiesto JSF se queja de que “la juventud más preparada de nuestra historia vivirá peor que sus padres”, en gran parte por el paro juvenil de España, que superando el 40%, es el mayor índice de Europa. Por todo ello JSF salieron a las calles el día 7 de abril para pedir la derogación de la Reforma Laboral (debido a la precariedad que supone para los jóvenes), la derogación de la Reforma de las Pensiones y una reforma fiscal progresiva, es decir que quien más tenga pague más al Estado.

En este clima de hartazgo y en el que la gente comenzaba a organizarse cada vez más en manifestaciones y protestas, surgió la plataforma que más poder de concentración ha tenido y que finalmente ha guiado en parte el 15M, Democracia Real Ya (DRY). DRY, como los otros antecedentes mencionados, es una organización abierta, que engloba a “personas normales y corrientes” como reza en su comunicado, que ha servido como coordinadora de acciones comunes de las diferentes asociaciones y movimientos sociales locales. En su comienzo, su mayor apuesta fue la de salir a la calle el día 15 de mayo bajo el lema “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”. A pesar de las dificultades que supuso organizar unas grandes movilizaciones siendo una plataforma sin una estructura jerárquica y con tan pocos días de vida, DRY consiguió reunir aquel domingo a miles de personas en más de 52 ciudades españolas. Estas eran sus propuestas:

  1. Eliminación de los privilegios de la clase política. Supresión de privilegios, transparencia, reducción de cargos “de confianza”…
  2. Contra el desempleo. Reparto del trabajo, jubilación a los 65, imposibilidad de despidos colectivos, etc.
  3. Derecho a la vivienda. Expropiación por el Estado de viviendas en stock y facilitarlas en alquiler protegido, ayudas de alquiler para jóvenes, dación en pago de viviendas para cancelas hipotecas.
  4. Servicios públicos de calidad. Con especial interés en sanidad y educación.
  5. Control de las entidades bancarias. Prohibición de rescate a bancos, elevación de impuestos a la banca, prohibición de inversión de bancos españoles en paraísos fiscales…
  6. Fiscalidad. Aumento del tipo impositivo a grandes fortunas y bancos, recuperación del impuesto sobre el patrimonio, adopción de la tasa Tobin de transacciones internacionales, etc.
  7. Libertades ciudadanas y democracia participativa. Tanto a través de Internet como de referendos, modificación de la Ley Electoral, independencia del poder judicial, etc.
  8. Reducción del gasto militar.

Durante el transcurso de las manifestaciones, varios de los allí presentes fueron detenidos por la policía. Al otro día, el lunes 16, algunas personas se concentraron en la puerta de los juzgados para pedir su inmediata puesta en libertad. Mientras tanto, otros jóvenes se dirigían hacia la Puerta del Sol con tiendas de campaña…

Las acampadas: un mes de jornadas de reflexión

Mientras que los madrileños comenzaban a organizar la acampada que ya habían levantado, el resto de partidarios del 15M del país permanecían con un ojo puesto en Madrid y otro en su ciudad; el primero para ver cómo reaccionaba la gente ante este novedoso método y el otro para buscar el lugar dónde llevarlo a cabo con sus vecinos. Al principio de la semana, mientras esto ocurría, las primeras páginas de los periódicos se llenaban de informaciones sobre los mítines de la campaña electoral y sobre el escándalo sexual del director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn. Una vez más se hablaba de partidos políticos (no de política) y de un hecho sensacionalista y morboso, una telenovela con personas de verdad, mientras que las noticias sobre la acampada no aparecían o lo hacían en las últimas páginas de su sección.

A pesar de este silencio de los medios, los interesados en el movimiento seguían atentos a las novedades a través de, como no, las redes sociales. Comenzaron a convocarse manifestaciones diarias que al paso de los pocos días se fueron convirtiendo en acampadas según encontraban a personas dispuestas a pasar las noches en las plazas. En Sevilla la acampada comenzó el miércoles 18. Después de estar manifestándose más de una hora desde las 20 horas en la escalinata de la Plaza de la Encarnación, los asistentes se trasladaron a la parte superior de la plaza (conocida popularmente como Las Setas) donde se constituyeron en asamblea para poder decidir cómo actuar comúnmente. Con un micrófono al que todo el mundo podía acceder si pedía el turno de palabra, comenzó un debate sobre la actual crisis y la forma en la que se estaba intentando salvar hasta que alguien propuso acampar igual que en Madrid. Eran ya cerca de las 23:00 y tras aceptar la propuesta, los esfuerzos se concentraron en articular las comisiones de alimentación, seguridad, limpieza, etc. necesarias para que todo saliera manteniendo el orden que se pretendía. A las 24:00, solo una hora después, la comisión de logística había conseguido una gran cantidad de cartones en la que poder echar los sacos de dormir, la de alimentación había recorrido los bares de la zona y traía comida para quien se quedara a dormir, mientras que limpieza ya había acabado de barrer toda la plaza. La acampada en Sevilla, como en otras muchas ciudades diferentes a Madrid, ya estaba funcionando y todos los allí presentes eran iguales de protagonistas en todo lo que se hacía.


Medios de comunicación y 15M: abusando de la anécdota sin llegar al fondo

El 15M ha tenido un gran protagonismo en los medios por lo anecdótico, por la innovación que ha supuesto la emergencia de la acampada como método de protesta. Pero a pesar de permitirle ocupar las portadas de periódicos y telediarios, esta forma de hacer de los medios de destacar lo curioso e impactante ha impedido que el discurso real del 15M llegue hasta los ciudadanos. Sin hacer un esfuerzo podemos recordar algún recorte de prensa sobre la suciedad que dejaban las acampadas o sobre el perjuicio a los comerciantes de la Puerta del Sol; seguro que hemos visto una imagen del desalojo de la acampada de Barcelona o de como Artur Mas llegaba en helicóptero al Parlament de Catalunya tras los incidentes en la jornada de investidura. En cambio, es más difícil recordar un debate televisivo en el que se discutiera la viabilidad de la dación en pago de una casa para cancelar la hipoteca, el papel de los bancos en la crisis después de ser rescatados con dinero público o del coste que supone a España mantener sus tropas en Afganistán.

Los medios de comunicación han invisibilizado las verdaderas noticias sobre las propuestas del 15M porque estas no les favorecían. Hay que recordar que los periódicos, televisiones y radios son grandes empresas que se aglutinan en corporaciones todavía más gigantescas. Por ejemplo, Antena 3 y el diario La Razón tienen un mismo padre, el grupo Planeta; El País y Cadena Ser son empresas de Prisa, etc. Estas corporaciones son a su vez propiedad de entidades todavía más grandes y que nada tienen que ver con la comunicación, por ejemplo, desde el año pasado el mayor accionista de Prisa es Liberty, un fondo de inversiones estadounidense, una entidad, como todas las de su sector, basada en la especulación bancaria. ¿Cómo informará un medio de comunicación dirigido por un fondo de inversiones sobre un movimiento como el 15M que pide el fin de la especulación y el control sobre la banca? Pues como cualquier empresa privada, El País, a pesar de mantener una fachada progresista, responde al interés de quién le paga y en este caso llevar a debate la necesidad de una banca pública no era lo más beneficioso para Liberty. Este ejemplo se puede extender a cualquier otra corporación de medios, conglomerados que además poseen otras grandes empresas de todo tipo a las que el triunfo del 15M o la derogación de la Reforma laboral, por ejemplo, también supondrían obtener menos beneficios.

Ante esta situación en la que la información está controlada por un reducido número de entidades con intereses privados, nosotros como ciudadanos de un país democrático debemos de hacer un esfuerzo por mantenernos no solo informados, sino bien informados. La democracia solo es real cuando el que deposita su voto sabe las consecuencias que este traerá, cuando conoce todas las posibilidades del abanico y es capaz de poner en la balanza todos los datos que obtiene. Para acercarnos a una visión más global de la realidad no nos debería bastar con comparar dos grandes periódicos o los telediarios de dos cadenas de televisión, ya que muchas de ellas se diferencian en aspectos insignificantes. En cambio deberíamos acercarnos directamente a la fuente de información, utilizar las redes sociales (siempre con la precaución de saber que todo lo que hay se publica no es cierto) y dar paso a la prensa alternativa, una prensa que como www.periodismohumano.com o Le Monde Diplomatique intentan mantener el espíritu de aquel periodismo que intentaba educar a los ciudadanos y no complacer a los dirigentes. Solo formándonos y debatiendo seremos capaces de hacer que la democracia sea real como se sigue todavía pidiendo en la calle.

viernes, 10 de junio de 2011

Rafael Lechowski - Despertando al monstruo

Sé que muchos de los que entráis por aquí sois grandes amantes de la poesía y después de escuchar esto me pregunté que opinaría alguien que le guste la rima pero que no fuera cercano al hip hop. El rapero es Rafael Lechowski y la base y final de la canción es We people who are darker than blue, del gran Curtis Mayfield. A ver si os gusta

Decrecimiento, ¿una opción viable?


1. ¿QUÉ ES EL DECRECIMIENTO?

El Decrecimiento nace como una respuesta al mito del crecimiento del sistema capitalista. En el neoliberalismo hay una tendencia a la producción descontrolada, sin que se tenga en cuenta las necesidades humanas, los recursos naturales del planeta o las desigualdades sociales que este crecimiento produce. El Decrecimiento se plantea como la solución para permitir que podamos seguir disfrutando de un planeta habitable y su herramienta es rebajar el PIB de los países para frenar un crecimiento económico ilimitado que no es compatible con los recursos finitos de la Tierra.

La filosofía del Decrecimiento como tal es bastante, novedosa ya que aparece en 1971 de la mano de Nicholas Georgescu-Roegen y su libro The Entropy law and the Economic Process, aunque sus ideas ya aparecían en otras corrientes anteriores. El Decrecimiento recoge ideas previas como la crítica al crecimiento, la austeridad, el equilibrio, el respeto a la naturaleza o el compromiso social. Algunos de estos conceptos vienen del siglo XIX y de la crítica del pensamiento anti-industrial, representado en EEUU por Henri David Thoreau y en Rusia por Lev Tolstoï y su crítica al Estado. Ya en el siglo XX las ideas de respeto al planeta se fueron concretizando tras el informe del Club de Roma y la aportación de economistas como Herman Daly y todavía más recientes como Serge Latouche, uno de los grandes impulsores del Decrecimiento en la actualidad.

Antes de profundizar en la definición hay que hacer una advertencia. En su libro Apuesta por el Decrecimiento, Serge Latouche afirma que “no se puede hablar exactamente de ‘teoría del decrecimiento’ tal como han hecho los economistas de las teorías del crecimiento”. En lugar de ser una proposición cerrada, Latouche, citando a Paul Aries, se refiere al Decrecimiento como una “palabra obús”, una forma de “romper el lenguaje estereotipado de los adictos al productivismo”. El economista francés piensa que el Decrecimiento debería de ser llamado “acrecimiento” para poder tener un uso similar a “ateísmo” en términos religiosos, ya que funcionaría como un toque de atención para los fieles del “crecer por crecer”. Según Latouche “el decrecimiento es simplemente un estandarte tras el cual se agrupan aquellos que han procedido a una crítica radical del desarrollo”. Esta amplitud de miras del movimiento le ha servido tanto para aglutinar a una gran cantidad de personas y colectivos tras su “estandarte”, como para recibir críticas al ser considerado como un concepto vacío.

En lo que sí que están de acuerdo todos los que defienden el Decrecimiento es en rechazar cualquier tipo de crecimiento, incluso el “desarrollo sostenible”. Los decrecentistas piensan que aunque al crecer se intente limitar el impacto de la huella ecológica, cualquier tipo de desarrollo es malo de por sí por dos motivos. El primero es que en el capitalismo el crecimiento es ilimitado, ya que se piensa que cuanto más se produce más rápido mejora la calidad de vida, mientras que el consumo de recursos y su regeneración están cada vez más desfasados. El segundo motivo del rechazo es que cualquier tipo de crecimiento supondría poner trabas al propio decrecimiento, la verdadera consigna del movimiento. Pepa Gisbert, bióloga y miembro de Ecologistas en Acción, asegura en un artículo publicado en la revista El Ecologista que “mantener las políticas propias del crecimiento (economía de escala, competitividad y urgencia) más allá del clímax produce el deterioro de las condiciones de vida y dificulta la posibilidad de un descenso ordenado”. En cambio, Gisbert propone que los principios de escala reducida, eficiencia, cooperación, durabilidad permitirían poder descender el ritmo de producción sin afectar a la calidad de vida.

2. SEGUIDORES Y CRÍTICAS AL DECRECIMIENTO

Como se ha dicho anteriormente el Decrecimiento no es una hoja de ruta estricta donde se establezcan unas medidas a seguir para conseguir unos objetivos. En cambio, el Decrecimiento es una llamada de atención, una invitación a reflexionar hacia dónde lleva el actual sistema de su desarrollo. Al ser solo una crítica al liberalismo, ha conseguido aglutinar a una gran variedad de personas como economistas, biólogos, politólogos, analistas sociales, movimientos ecologistas y movimientos sociales en general, entorno a la idea de “vivir mejor con menos”.

La amplitud de seguidores del Decrecimiento se puede comprobar al ver los que participan en la Red de Decrecimiento de Sevilla. Este es el ejemplo del movimiento en una ciudad concreta como Sevilla pero la forma de organizarse y el tipo de grupos que participan son similares en el resto de ciudades. En el mapeo de la Red de Decrecimiento de Sevilla (http://www.meipi.org/sevilladecrece.meipi.php) se inscriben 13 organizaciones que se dividen en cuatro grupos. Estos cuatro grupos son los de Cultura y saberes, Comunidad, Economía y recursos y Campo y ciudad. En ellos se engloban asociaciones y organismos que van desde cooperativas de huertas ecológicas como Crestas y Lechugas, hasta desarrolladores de proyectos de gestión ambiental como mAzetas, pasando por librerías especializadas (La Fuga).

El Decrecimiento, como cualquier otra teoría, no ha tardado en conseguir detractores al mismo ritmo que seguidores. Las críticas al Decrecimiento han llegado tanto por la izquierda como por la derecha. Como explica el profesor de la UAM Carlos Taibo en el video sobre su conferencia sobre el Decrecimiento en Córdoba, la propia idea de decrecer es un concepto anticapitalista. La base del capitalismo es el continuo crecimiento de la producción y el consumo, así que apostar por el avance del Decrecimiento sería trabajar por el fin del capitalismo. En contra de esta teoría, los defensores del liberalismo creen que el problema del planeta no está en la riqueza sino en la propia pobreza. Según esta corriente, al crecer se descubren nuevos modos de producir que consumen cada vez menos recursos por lo que el planeta evolucionaría favorablemente. A su vez creen que las leyes de la oferta y de la demanda provocarían que se usaran los recursos más beneficiosos y renovables ya que cada vez sería más caro usar los tradicionales.

Además de la lógica oposición capitalista, el Decrecimiento ha recibido críticas de corrientes ideológicas de izquierda y comprometidas con el medioambiente. Entre estas corrientes destaca la crítica marxista y la tercermundista. Los marxistas diferencian dos tipos de crecimiento: uno que solo busca complacer a intereses particulares, que habría que eliminar o limitar, y otro que aumenta la calidad de vida del conjunto de la sociedad, que habría que fomentar. Los países pobres por su parte defienden que ellos necesitan aumentar la producción en muchos aspectos para llegar a conseguir una vida digna. De ambos temas opinó el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, Juan Torres López, en una entrevista realizada específicamente para este trabajo. Torres asegura que el Decrecimiento “es una idea que tiene un componente muy positivo que es la respuesta a un afán de crecer que no tiene sentido pero que por otra parte tiene inconvenientes serios”. El profesor de la hispalense piensa que decrecer como única herramienta no sería producente pues “sería como el mito del crecimiento al revés: crecer más no garantiza el bienestar, pero tampoco crecer menos, sobre todo porque hay sociedades a las que les falta de todo”.

La falta de concreción teórica del Decrecimiento, el ser solo un “estandarte” como decía Latouche es otra de las críticas de Juan Torres. “El Decrecimiento creo que tiene bastantes vacíos teóricos, que no es operativo y que no conviene a los que no tienen nada”, defiende el economista. Para Torres el tomar el PIB como unidad de medida tampoco es posible ya que “es una magnitud muy torpe que no refleja el bienestar” y tampoco ve factible utilizar el índice de desarrollo del PNUD; “no hay una magnitud que contenga tanta mezcla heterogénea de elementos que al decrecer garantice que se van a satisfacer” concluye.

En lugar de decrecer Juan Torres apuesta por un crecimiento de la actividad y del empleo, pero siempre respetando el medioambiente. La producción debería de ser más racional “ya que no es lógico que en EEUU se tiren 40.000 móviles al día porque se producen millones que no sirven”, explica Torres. Frente al despilfarro, el profesor apuesta por “crecer mucho más a partir de ahora en educación, salud, atención a las personas, cuidados, bienestar, formas de vida compartidas…”, sobre todo en los países más desfavorecidos. En conclusión Juan Torres asegura que sería necesario “un reparto de la renta diferente, un equilibrio de poderes, la capacidad de que la gente tenga también capacidad de influir, de decidir, no sea solo los poderes financieros económicos” porque “las cosas no se hacen porque no haya dinero sino porque quien tiene poder de decisión no quieren que se haga”.

3. DECRECIMIENTO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Después de un seguimiento de las ediciones digitales de los medios de comunicación (anéxo 2) es posible afirmar que el Decrecimiento tiene una cobertura muy limitada. Durante el mes de marzo no se encontró ninguna noticia que aludiera a esta filosofía en los grandes periódicos de tirada nacional (El País, El Mundo, ABC, Público…). El Decrecimiento solo tuvo un hueco en periódicos regionales (debido a que se había celebrado un acto concreto, como por ejemplo una conferencia) y en publicaciones alternativas como Periodismo Humano (www.periodismohumano.com) o Rebelión (www.rebelion.org) donde si se hacía un tratamiento más cuidado y profundo del tema.

Que los grandes medios no hagan referencia a una corriente “anticapitalista” como define Carlos Taibo no es casual. Noam Chomsky y Edward S. Herman en su libro Los guardianes de la libertad realizan un estudio sobre los condicionantes inherentes al sistema, que provocan que unas noticias lleguen a tener relevancia en los medios y que otras no lo tengan. Estos filtros son la magnitud y propiedad de los medios de comunicación, el beneplácito de la publicidad, el suministro de noticias a los medios, el castigo informativo y el anticomunismo como religión, refiriéndose al bloqueo a cualquier tendencia contraria al capitalismo. El tapón que impide llegar al Decrecimiento a los principales medios de comunicación podría estar en cualquiera de los 5 filtros, pero actúa con especial fuerza en el primero y en el último. Como dice Juan Torres, los medios de comunicación son grandes empresas orientadas al beneficio de sus propietarios. Este tipo de empresas se beneficia del sistema, por lo que “los medios son herramientas para reproducir las lógicas del poder”. “Es muy difícil que el discurso alternativo, sobre todo el alternativo al poder existente, tenga una cabida importante en los medios de comunicación. Los medios producen y reproducen las condiciones del poder existentes”, explica el catedrático.

Para que el Decrecimiento y cualquier otra teoría alternativa tuviese una mayor presencia en la opinión pública, Juan Torres cree que los medios de comunicación deberían de ser principalmente más democráticos, para así reflejar los intereses generales y no los de sus propietarios. Un mayor reparto de los beneficios y un aumento de la pluralidad dentro de los propios medios servirían para acabar con la precariedad del periodismo y con la verticalidad vigente en la toma de decisiones. De este modo, el gran poder de los medios, el de construir un imaginario social, pasaría de sus propietarios a sus trabajadores y abriría la posibilidad de que discursos alternativos como el del Decrecimiento entraran en el debate diario.

4. CONCLUSIONES

En resumen el Decrecimiento se presenta como una ideología que busca cambiar el actual paradigma del desarrollo, la ilusión de que cualquier tipo de crecimiento de la producción y el consumo es bueno. En cambio propone un modelo más respetuoso con la Tierra en el que se mejore la calidad de vida de las personas al ser capaces de vivir en mayor armonía con un gasto menor de recursos. El Decrecimiento no es una teoría concreta sino una filosofía en la que se engloban muchos movimientos. Esta indefinición ha provocado que otros autores y corrientes también críticas con el capitalismo no confíen en el Decrecimiento por tener “muchos vacíos teóricos” en palabras de Juan Torres López. Que el Decrecimiento y otras tendencias por el estilo tengan su lugar en los medios de comunicación es fundamental, ya no solo porque puedan conseguir sus objetivos, sino porque contribuyan a crear un espacio de debate y de discusión que de lugar a una opinión pública libre, instruida y plural, un valor fundamental para cualquier sociedad democrática.

Fuentes

· Apuesta por el Decrecimiento. Serge Latouche. Visto en http://decrecimientosevilla.pbworks.com/w/file/31895170/Cap%C3%ADtulo%20Introductoria%20de%20la%20Apuesta%20por%20el%20Decrecimiento%20(Latouche).pdf el 20 de mayo del 2011

· Decrecimiento: camino hacia la sostenibilidad. Pepa Gisbert. El Ecologista nº 55

· Entrevista personal con el catedrático de Economía Aplicada de la US, Juan Torres López

· http://www.sevilladecrece.net (visto 15 de mayo) y su mapeo http://www.meipi.org/sevilladecrece.meipi.php

· Conferencia Carlos Taibo en Córdoba http://decrecimiento-eh.org/decrecimiento/54-audio/97-carlos-taibo-crisis-economica-decrecimiento (visto 9 de marzo de 2011)

· Los guardianes de la libertad. Noam Chomsky y Edward S. Herman

lunes, 11 de abril de 2011

El placer de ignorar



Peter Smith trabajaba como asesor de su país, Estados Unidos, en el Cuarteto para Oriente Medio de la ONU. Smith era experto en relaciones internacionales y máster en economía. Aquel día se levantó a las siete de la mañana, como acostumbraba en los días que tenía reunión de trabajo en Nueva York. Siempre pasaba la noche en el mismo hotel. Era ideal, estaba en Manhattan, aseguraba comodidad y confort y la confidencialidad necesaria si la jornada de trabajo se alargaba y había que seguir trabajando en la habitación. En cuanto sonó el despertador Smith saltó de la cama enérgicamente. Salir de la cama no era tan malo si al poner los pies en el suelo te esperaba una moqueta calefactable de un gris señorial. Agua en la cara, un poco de colonia, más agua para domar el pelo. A los dos minutos el desayuno estaba en su puerta. A las ocho menos cuarto en la entrada del hotel lo esperaba un taxi. La distancia hasta la sede la ONU no era tan grande pero Peter se sentía mejor viendo la ciudad desde el coche. En la reunión de ese día había que aclarar la postura del cuarteto respecto a la ampliación de los asentamientos judíos en Cisjordania. Los países de la ONU, empujados por la iniciativa de las regiones árabes y musulmanas, se habían posicionado totalmente en contra de estos avances de Israel en territorio palestino. Rusia y la Unión Europea no tenían su posición del todo clara. Rusia parecía estar más a favor de Palestina pero en la UE seguía vigente el dilema entre la economía y la ética. Ante esta situación el trabajo de Peter Smith era convencer a todos ellos de que las actuaciones de Israel eran nobles. Después de tres horas de debate la resolución sobre la postura oficial se aplazó a la siguiente reunión. EEUU había conseguido que no se formara la posible mayoría pro-palestina que se intuía al principio del encuentro. Los colonos podían seguir avanzando sin condena.

En ese mismo momento, en Cisjordania era de noche. Namir estaba durmiendo en la casucha que levantó como pudo junto a su hijo durante la semana anterior. El habitáculo estaba construido con maderas reutilizadas y ladrillos colocados delicadamente pero sin una sujeción estable por la falta de cemento. Su antigua casa no era una maravilla pero parecía un palacio al lado de esta y, por lo menos, no tenía que temer que una viga cayera sobre él mientras dormía y no pudiese despertar. Namir se estaba acostumbrando a tener que cambiar de casa al mismo ritmo que los colonos israelíes avanzaban por los barrios palestinos. Esa noche no tocaba desalojo, era aún peor, los bombarderos sobrevolaban Cisjordania buscaban venganza por el soldado asesinado el día anterior. Bombas. Namir y otros 34 palestinos murieron. Peter Smith estaba tomando café con unos amigos.

lunes, 4 de abril de 2011

El niño yuntero


Aquí te dejo la actuación de Kayaos con la colaboración de María Lucena y la mía misma (aunque no se me vea mucho) en la que interpretamos El niño yuntero, un poema de Miguel Hernández que hizo canción Joan Manuel Serrat. La actuación es parte del recital Que mi voz suba a los montes, evento del que hay una pequeña reseña unos post más abajo.

Un saludo y espero que te guste

miércoles, 9 de marzo de 2011

Una temeridad...

- ¡Maldito detente! No seas cobarde y lucha. Correr no te servirá de nada caballero de pacotilla, Alonso Quijano puede alcanzar a quien quiera. Te encontraré donde te escondas – Gritaba yo, como procurando que mis palabras acortarán la distancia que se abría entre mis pies y el enemigo.

- Eres un viejo lento Quijote, suerte has tenido de que mi espada se partiera con la facilidad que se parten tus huesos. No me das miedo y mucho menos por tu habilidad con las armas, pero la gravedad sigue tirando de las cosas para abajo y la mala suerte me ronda, por lo que prefiero alejarme de ti que arriesgarme a que por un tropiezo se te escape de las manos esa navajilla y se me clave en un pie.

- Tu astucia tampoco puede conmigo si lo que intentas es que desfallezca. No has conseguido que mis brazos se cansen de soportar la espada y tampoco conseguirás que mi cabeza obligue a mis manos a creer que no tienen fuerza para empuñarla. Solo te queda detenerte ya e implorar que tu muerte sea lo menos dolorosa posible.

- Quijote no creas que vas a acabar conmigo tan fácil. El hacerte correr detrás de mí es solo un entretenimiento y una forma de ganar tiempo. Frestón, el famoso encantador, viene de camino para ayudarme a que tu mente se haga espuma y quede tan débil que no podrás saber si estás cuerdo o loco, tanto que no podrás ni mantenerte en pie.

De pronto un fuerte olor a destrucción abofeteó mi nariz y me trasladó del campo de batalla a otro lugar, en una maniobra que todavía no sé si es fruto de un sueño o de las artimañas de mi enemigo. Entreabrí los ojos y comprobé que una luz que entraba por mi ventana hacía más pequeña la oscuridad en la que me encontraba. Me esforcé en abrir los ojos cada vez más y vi como la armadura que portaba unos segundos antes era ahora un camisón y que la mano que sostenía la espada seguía agarrada con fuerza pero no a mi arma sino a la cabecera de la cama. El olor seguía aguijoneándome las paredes de la nariz, arrancándome el oxígeno de un poco más adentro y trasladándome a esas tardes del fin del invierno donde los aceituneros queman el ramón con vivo fuego. ¡Eso es! ¡Fuego! Algo estaba ardiendo en mi casa. Rocinante, mi sobrina Antonia, la ama de casa, yo mismo… Todos estábamos en peligro si no me armaba de nuevo de valor para acabar con un fuego que seguramente mi enemigo había provocado con las peores intenciones. Me puse de pie de un solo brinco ayudado por mis fuertes piernas talladas por el trabajo y esfuerzo de mi ansia guerrera. Con extrema velocidad corrí hasta la ventana de mi habitación que daba al patio y por la que estaba entrando el denso humo.

- No puede ser. No. Mis libros. Son mis libros, estoy seguro, y están ardiendo. Sí, son mis libros, mis novelas, mi poesía. Varias personas están echando cada vez más libros a la pila de los que arden. Esta vez mi enemigo se ha pasado, si quería matarme que se atreviera, pero esto no, quiere destruir mi casa, mi biblioteca y sabe Dios lo que le habrá hecho a mi sobrina y a la ama mientras a mí me ha sumido en el sueño.

El maldito sabía que los libros eran mi fuerza, mi sabiduría, el viento que me empujaba a luchar contra él y contra cualquiera que no quisiera el bien para los demás. Los estaba destruyendo todos mientras me entretenía en mis sueños. Había caído en su trampa.

No sabía que hacer. Estaba tan nervioso que no encontraba la salida de mi propio cuarto. Las paredes parecían que se acercaban, intentaban aplastarme, acabar con la angustia que me producía ver como los libros que habían alimentado mi vida se convertían en polvo. Por un momento la calma y la razón volvieron a mi mente. En la hoguera no estaba toda mi colección. Todavía había tiempo para correr hasta la biblioteca, salvar los que quedaran y hacerme con la espada que escondía detrás de los ejemplares de poesía. Salí de la oscuridad para adentrarme en la nada. El pasillo que conducía hasta la sala de la biblioteca estaba totalmente negro, todas las puertas y ventanas estaban cerradas para que no entrara el humo o para que nadie pudiera escapar. Fui tanteando con las manos, tratando de avanzar sigilosamente y sin tirar nada al suelo. Como en la habitación, mi nariz siguió hablando: olía a tierra mojada. Seguí avanzando hasta que supuse que había llegado a la altura de la biblioteca. Cogí el pomo de la…

- ¡Diablos! He tenido que equivocarme, aquí no está la puerta. Juraría que había chocado ya con la mesa que estaba a un metro de la entrada a la biblioteca – dije yo extrañado por el conflicto entre lo obvio y la ceguera momentánea.

Toqué de nuevo la pared y mi mano fue a parar al cuadro que normalmente estaba justo al lado de la puerta. El entorno de la puerta estaba allí, todo menos ella. Seguí arrastrando mi mano desde debajo del cuadro hasta donde debería estar la puerta. Humedad. Los ladrillos pasaban de estar totalmente secos a estar mojados y la consistencia pasaba del aplome de los primeros a la inseguridad de unos recién colocados. En ese justo momento un ruido y una pequeña luz me hicieron girar completamente.

- Tío está aquí – Era mi sobrina Ana portando una pequeña vela – He ido a su cuarto a ver como se encontraba y me he llevado un gran susto al ver que usted no estaba

- ¡Oh! ¡No te ha hecho prisionera! Ven conmigo y ayúdame a entrar a la biblioteca antes de que nos encuentre – dije susurrando y con la voz entrecortada

- ¿Qué nos encuentre quién? ¿Qué le asusta tanto? Tranquilícese seguro que ha sido solo un mal sueño

- ¿Quién va a ser? Ese caballero enemigo mío. Está quemando todos mis libros en el patio, después quemará la casa y te atrapará en el momento en el que te vea

- Tío sus libros no los está quemando ningún caballero. El cura, el barbero y el ama se están deshaciendo de ellos para que pueda mejorarse

- ¡Mentira! ¡es el caballero! – mientras decía esto Antonia me tomó del brazo

- Ven tío, deja que lo guíe hasta su ventana y verá como los que queman sus libros son ellos.

Cuando llegué a la ventana no me lo podía creer. Después de que mis ojos se acomodaran a la luz que desprendía la hoguera pude ver como me traicionaban los tres. El cura, el barbero y el ama lanzaban a montones mis libros, solo paraban de vez en cuando para librar alguno del fuego. Se veían tan felices, tan satisfechos del daño que me estaban haciendo, que ni parecían humanos. Y lo peor. Mi sobrina estaba confabulada con ellos.

- ¿Por qué no los detienes? ¿tú también estás con ellos? ¿qué queréis de mí? – La furia me poseía. Mis ojos querían escapar de mi cara y sus brazos parecían ramas secas entre mis manos

- ¡Tío me hace daño! Esto es por tu bien, esas novelas le están llevando por el mal camino. Tanto caballero está acabando con usted - La lucidez volvió de nuevo a mi cabeza.

- Ajam, ahora lo entiendo todo. Es mi maldito enemigo. Su amenaza – Mi respiración se volvió jadeante en un momento- ¿Es Frestón?, ¿verdad?

- ¿De qué habla? ¿Quién es Frestón?

- Lo sabía. Ese encantador… Os ha hechizado a todos y os utiliza a su voluntad. Estos rufianes son mejores de lo que yo pensaba.

- No nos ha encantado nadie tío. Usted debe de descansar y olvidarse de estos libros. Sino acabará loco del remate. Todos queremos que esté bien y por eso hacemos esto aunque tanto le duela. Mire como está, casi no come, sus piernas parecen fideos y no tiene fuerza ni para sostener un vaso de agua y usted cree que es un fuerte caballero.

Ver tanta irracionalidad en sus palabras empezó a cegarme. Querían acabar con la historia de tantos valientes, tantas batallas que ellos libraron por causas justas, querían terminar con mis libros, con mi historia. Yo quería matarlos. La rabia se apoderaba de mí pero comprendí que tenía que domar mis fuerzas guerreras. Seguro que esto entraba en sus planes. Frestón y el caballero que lo contrataba quería que perdiera el juicio para que acabara con la vida de mi gente. En ese mismo momento alguien me tocó la espalda.

- Hola Quijote –dijo una voz burlona y segura de sí misma- parece que mi poder es mayor del que creías.

- ¡Frestón! – de mi boca salió un grito capaz de levantar a tres caballos – Hijo de… has venido a mi propia casa, destrozas mi biblioteca y hechizas a mi familia y amigos. Voy a…

- ¡Tío! ¿qué le pasa? – Antonia chillaba mientras me miraba con ojos desatentados - ¿Con quién habla tío? ¡Aquí no hay nadie!

- Mira lo que hago con tu familia estúpido. Ni siquiera son capaces de verme mientras yo los domino sin esfuerzo – Su chulería se subía a mi cabeza cada vez con más fuerza

- Encantador de tres al cuarto voy a… - Solté un puñetazo de los que dejan sin sentido a la gente pero que Frestón esquivó con una habilidad sobrehumana.

- ¡Tío, tío! – mi sobrina comenzó a llorar asustada - ¡cálmese! No ha entrada nadie en la habitación, la puerta sigue cerrada desde que entramos. Cálmese por favor, cálmese – gritaba mientras las lágrimas llegaban a su boca

- Mira lo que has hecho Frestón, Antonia está sufriendo por tu culpa. Voy a acabar contigo ahora mismo

Salté a la cama y cogí el abrecartas que escondía debajo de la almohada. Este movimiento sorprendió al encantador, que no vio otra forma de mantenerse con vida que agarrar a mi sobrina y utilizarla como escudo.

- No creas que así vas a detenerme. Soy diestro en las armas y puedo acabar contigo sin rozar si quiera a Antonia – Mi mirada se posó sobre sus ojos. Ellos me decían ven. Yo blandí mi pequeña espada

- Tío aquí no hay nadie, por favor guarde el cuchillo, puede hacerme daño – Mientras su boca seguía soltando los hechizos de Frestón yo me acercaba poco a poco

- Lánzate ya si atreves – me dijo el encantador. Yo acepté.

Cerré los ojos y embestí con todas mis fuerzas. Cuando los abrí vi como mis manos estaban llenas de sangre. Había acabado con él a la primera. De pronto su risa me sorprendió, venía desde la puerta, a mi espalda. Giré mi cabeza rápidamente y comprobé como Frestón no podía mantenerse en pie, pero de la risa.

- Mira lo que has hecho zoquete. ¡Mira!

Mi cabeza volvió a su sitio natural y me encontré con la peor estampa que jamás veré. El abrecartas estaba incrustado en el corazón de Antonia. Sus ojos se clavaban en mí. Pedían una explicación. Intenté socorrerla pero no fue posible. Frestón se había salido con la suya, incluso había aprovechado para escapar de mi cuarto, mi casa y sabe Dios donde habría ido a parar. Me abracé a mi sobrina y juré que la vengaría. De seguido bajé sigilosamente al patio, cogí mis aperos, mi caballo y salí de mi casa antes de que los hechizados me vieran. Necesitaba encontrar rápidamente a un escudero. Hoy estoy con él, con Pancho, y los dos buscamos a Frestón y al caballero que lo envió. Que fácil hubiera sido todo si aquel día Pancho también me hubiese acompañado.

lunes, 21 de febrero de 2011

Recordando al poeta


Hace ya 69 años que Miguel Hernández se marchó, pero cualquiera diría que el poeta de Orihuela sigue recitando y luchando desde los corazones de los montalbeños. El pasado sábado se cerró en Montalbán el ciclo que durante el año del centenario de su nacimiento recordó que la vida de las letras es mucho más larga que la de las manos de las que parten. Un total de 30 artistas locales llenaron con el espectáculo músico-poético Que mi voz suba a los montes el teatro municipal de un espíritu y un ambiente que incluso transportaba a tiempos anteriores.

Versiones de poemas que antes han sido cantados por artistas como Serrat, interpretaciones impregnadas de un tinte flamenco o emotivas lecturas de las piezas más desgarradoras del poeta. Cada actuación tenía el toque necesario como para que el público encontrara algo que retener en la memoria. La obra fue conducida magistralmente por los actores María Jesús Márquez y Luis Alcalá, que encarnaban a Miguel Hernández y su esposa Josefina, y que interpretaron unos diálogos escritos para la ocasión por el autor local Prudencio Salces. En una de sus intervenciones, el personaje de Miguel de mostraba satisfecho al ver a tanta gente joven rendir honores a su poesía. No solo el poeta se habría alegrado del acto, sino que todo Montalbán se mostró orgulloso de que Miguel siguiera vivo entre ellos.


No pude ponerlo en el artículo por cuestión de espacio pero por lo menos por aquí quería dar las gracias a Prudencio, Alfon y Jose Mari por el trabajo y el esfuerzo que han invertido en que el acto saliera adelante.

sábado, 5 de febrero de 2011

Creative Commons: licencia para crear (y III)


5. Las descargas en los medios de comunicación por Manuel Galvín

Los medios de comunicación suelen seguir la línea del mercado cultural a la hora de posicionarse en este complejo debate. Uno de los motivos de esta inclinación es, según David Bravo, “el hecho de que los medios son uno de los afectados por el cambio de modelo, primero porque con la llegada de Internet se diversifica la atención y eso lo sufren los medios. Por otra parte, como el cambio de modelo está afectando económicamente a las discográficas y a las compañías cinematográficas, el presupuesto que estas empresas destinaban a publicidad en los medios se ha reducido”. Los medios de comunicación, salvo algunas excepciones, suelen posicionarse en contra de las descargas. Las contadas ocasiones en las que alguien en los medios convencionales apoya las descargas suele hacerlo, señala David Bravo, “dentro del contexto de negatividad imperante, para así transmitir una ficción de pluralidad informativa”. Además, los medios se han convertido en un poderoso aliado para la lucha contra la piratería y las descargas, ya que han llegado a ofrecer espacios gratuitos en sus formatos para que el Ministerio de Cultura inserte anuncios que comparan las descargas con un robo. Por otra parte, algunos medios de comunicación critican a la SGAE, pero dicha crítica no se basa en razones objetivas ni aborda cuestiones profundas, sino que se fundamenta en la interpretación que algunos medios hacen de una conexión entre el PSOE y la SGAE relacionando a la entidad con los llamados artistas de la ceja. Esta simplificación de la realidad es una de las líneas a seguir por los medios a la hora de tratar todos sus temas. Según David Bravo, “esta es una cuestión bastante estúpida y con poca hondura en el debate, es una crítica muy demagógica. La SGAE tiene muchas razones para ser criticada, pero los medios de comunicación sólo hacen críticas de esta rama”.

Sobre la relación entre Industria y medios, cabe destacar que en el año 2005 se aprobó el Plan Antipiratería. Para David Bravo “ese plan era una declaración de intenciones, lo que se hacía era diseñar un sistema que iba a homogeneizar mentes por medio de campañas que llaman de concienciación”. Ese plan, por supuesto, no implicaba ningún tipo de debate, puesto que su piedra angular era la visión única de la Industria Cultural. Además, los mensajes de concienciación no irían sólo insertados a modo de publicidad, ya que como explica David Bravo “en ese Plan Antipiratería se hablaba de que esas campañas tenían que ir por todos los medios posibles, que tenían que ir por la guionización de series de éxito, es decir, dentro del propio guión de una serie de TV te introducen ya ese mensaje”. Concienciación es el término que utilizan los medios cuando lanzan campañas que persuaden a la ciudadanía, dando de lado a un proceso de educación a través de un debate en el que aparecen distintos puntos de vista. Esta campaña tenía muchas de las características de la propaganda, ya que, siguiendo con el testimonio de David Bravo, “a la hora de hablar de la última campaña de concienciación se refieren a ella diciendo que el mensaje de esa campaña debe repetirse el número de veces adecuado para que cale. Cuando tú estás hablando de que tienes que repetir un mensaje tantas veces como sea necesario para que cale en alguien, está claro que para nada estás hablando de una campaña de educación. Es pura propaganda”.

6. La ley Sinde por Manuel Galvín

La ley Sinde es una normativa, recogida en la Ley de Economía Sostenible, que está recibiendo duras críticas y que regirá, en caso de ser aprobada, la propiedad intelectual, restringiendo aún más el derecho de acceso a la cultura. Los antecedentes se encuentran en las primeras denuncias a las redes P2P por parte de la Industria. El abogado David Bravo fue uno de los encargados de defender a estos primeros denunciados. EL Código Penal establece que para que se exista un delito contra la propiedad intelectual tienen que concurrir simultáneamente dos factores: por un lado que se reproduzca, distribuya o se comunique públicamente material protegido con derechos de autor; y por otro, que dicha actividad se realice con ánimo de lucro. Los jueces encargados de dictar sentencia dieron la razón a las redes P2P, ya que éstos, aunque obtengan beneficios por la publicidad, no son los que se intercambian archivos protegidos por derechos de autor. Los usuarios, por su parte, sí que se intercambian estos archivos pero no tienen ánimo de lucro en dicha práctica, por lo que no hay actividad delictiva por ninguna de las dos partes.

A partir de ahí, la Industria y las entidades de gestión (amén de presiones internacionales, como la americana, desenmascaradas por Wikileaks) comenzaron a presionar al Ministerio de Cultura para que estableciese una ley que regulase la propiedad intelectual de un modo más rígido. Así nace la Ley Sinde, que lleva el nombre de su promotora, la ministra de cultura Ángeles González-Sinde. Dicha normativa establece que los casos de violación de derechos de autor ya no serán juzgados por jueces ordinarios (que habían dado la razón a los portales P2P al no encontrar nada ilícito en su actividad), sino que de impartir justicia se encargará una Comisión de expertos designados por el Ministerio de Cultura, en la que habrá representación de la Industria. Precisamente es éste uno de los puntos más criticados por los usuarios, que no entienden cómo se va a convertir en juez la misma entidad que denuncia. Recientemente se le han realizado enmiendas a la Ley debido al rechazo que provocó su texto original, aunque la esencia sigue siendo la misma. La principal enmienda realizada establece que sólo por orden de un juez se podrá cerrar de forma cautelar una página Web que, a juicio del denunciante, esté haciendo uso ilícito de los derechos de autor. El juez, no obstante, no tendrá potestad para juzgar si se está cometiendo delito contra la propiedad intelectual o no, sólo podrá mediar en el juicio en caso de que interprete que el cierre de la página supone una violación de la libertad de expresión, establecida en el artículo 20 de la Constitución Española. Además, esta ley busca perseguir “cualquier actividad que cause un daño patrimonial sobre la propiedad intelectual”. Esta idea es bastante ambigua, ya que si aplicamos el criterio que en ocasiones tiene la Industria, cualquier ciudadano que se baje un archivo protegido con derechos de autor puede causar un daño patrimonial. Conviene recordar aquí que la SGAE establecía en su página Web que “es obvio que cada vez que se hace una copia para uso privado se deja de vender un ejemplar del mismo”.

La ley Sinde, en definitiva, busca seguir el modelo de países como Francia, que ya tiene una ley de protección contra la propiedad intelectual (ley Hadopi), cuya infracción puede pagarse incluso con el corte de la conexión. A propósito de Francia, los datos del mercado discográfico de 2010, según la Industria Francesa, siguen estando caracterizados por la caída de la venta de discos (en 2010 descendió un 5,9%). Esto podría demostrar que el fenómeno de intercambio y descargas en Internet, sin entrar en valoraciones éticas, es imparable. Internet es un medio sobre cuyo control se trabaja mucho pero sin éxito. La tecnología para burlar los sistemas de detección va algunos años por delante de la propia tecnología de detección. La tendencia de intercambio de archivos y de socialización a través de Internet por parte de la población aumenta. Es en este punto en el que cabe hacerse las siguientes preguntas: ¿puede una ley restrictiva frenar las descargas a través de Internet? ¿Sobrevivirá la industria por no adaptarse al cambio de modelo? ¿No sería la hora de plantearse otras alternativas de negocio? La contestación a las dos primeras cuestiones es bastante difícil, aunque todo parece indicar a una contestación negativa con respecto a ambas. Por otra parte, el siguiente apartado puede servir como respuesta a la última de las tres preguntas.

7. Las Creative Commons como alternativa por Juan Antonio Cañero


Quien recibe una idea de mí, recibe instrucción sin disminuir la mía; igual que quien enciende su vela con la mía, recibe luz sin que yo quede a oscuras Thomas Jefferson


Aunque la tendencia predominante entre los gobiernos de Europa y Estados Unidos es la de restringir las descargas y proteger los beneficios de la Industria cultural, en los últimos años han surgido varias propuestas alternativas para resolver la nueva situación en la que se encuentra la cultura. En Francia o en los propios EEUU han aparecido nuevos modelos de financiación y negocio diseñados por colectivos y empresas pero es Brasil el país que más trabaja desde su Gobierno para resolver el conflicto de la propiedad intelectual.

La alternativa francesa es conocida como la licencia general opcional, una especie de impuesto que hay que pagar en cada descarga de contenido cultural. Este modelo responde a la premisa de que si la Red y la cultura son de todos, todos tenemos que mantenerla. Aunque el canon español puede asimilarse a este sistema, la diferencia está en que en la licencia general opcional sería el Estado quien gestionaría el dinero y no una entidad privada como es SGAE. El reparto tampoco sería aleatorio entre todos los socios sino proporcional al número de descargas de las obras de cada artista. Para permitir el recuento de las descargas sería necesario convalidar las obras, ofrecerlas en unos portales oficiales o incluir en cada producto unas marcas de agua con la que poder controlar su descarga. Este sistema posibilita que paguen solo aquellos que descarguen un contenido cultural mientras que no se castiga a los que utilizan soportes de almacenamiento digital para otros fines.

La licencia general opcional fracasó en Francia en gran medida por la falta de apoyo político, una situación que está en las antípodas de lo que ocurre en Brasil. El Gobierno brasileño también comparte la visión de la banda ancha como un bien colectivo, como una “herramienta que fomenta la participación ciudadana”, según expone Carol Proner, profesora de Derecho Internacional de la UniBrasil. El país latinoamericano ha desviado su foco de atención del pago por parte de los usuarios al pago de los otros grandes beneficiados de las descargas de cultura: las empresas de telecomunicaciones. El Ministerio de Cultura de Brasil está perfilando este sistema para posibilitar que tampoco sea arbitrario ni perjudique al ciudadano. Si finalmente fueran las empresas de telecomunicaciones las que pagaran a los agentes culturales, el resto de entidades públicas y privadas se verían liberadas de pagar un canon en los soportes digitales, al igual que en el caso francés.

En Estados Unidos las nuevas propuestas de financiación vienen desde la misma industria. Los productores culturales han asumido que la única forma de hacer frente a las descargas no es ofrecer un sistema alternativo como en los dos casos anteriores, sino competir contra ellas con las mismas armas, ofreciendo el producto gratis. El caso que ejemplifica esta propuesta es Spotify un programa desde donde se puede escuchar música gratis y sin la necesidad de descargarla a cambio de recibir anuncios comerciales. Según David Bravo la industria hace esto convencida de que los usuarios irán a estos nuevos sistemas porque les ofrecen más ancho de banda, no tendrían que esperar colas y serían plataformas libres de virus y sin fakes, es decir archivos falsificados. El dinero llegaría por las suscripciones de usuarios que prefieren pagar un poco de dinero y librarse de escuchar la publicidad. Después de unos años de pérdidas Spotify ha conseguido ser rentable al obtener una cuota de 10% de usuarios Premium (de pago), mientras que el resto sigue disfrutando de la música gratis.

Mientras que alguno de los sistemas anteriores trabajan para convertirse en el paradigma del intercambio cultural, los creadores que no quieran ingresar en la lógica de mercado tienen una alternativa que cada vez empuja con más fuerza: el copyleft. El copyleft nace como una reacción al copyright, como un intento de invertir sus términos para que la propiedad intelectual no sirva para estancar el avance del conocimiento. Atenerse al copyleft no significa que el autor pierda todos los derechos sobre la obra como ocurriría al ofrecerla al domino público, sino que guarda algunos como el de autoría y libera otros como el de la difusión.

Dentro del copyleft existen varios tipos de licencias pero las más utilizadas para el intercambio cultural son las llamadas creative commons (CC). Creative commons es una corporación norteamericana que surgió en el 2001 y que entró en España tres años después gracias al trabajo de la Universidad de Barcelona y su búsqueda de cómo publicar sus trabajos e investigaciones y permitir su intercambio. CC ofrece a los creadores seis tipos de licencias que resultan al combinar sus cuatro principios: Reconocimiento, No comercial, Sin obras derivadas y Compartir igual. En la página Web de CC España se explican estos principios y licencias de la siguiente manera:

Principios

  • attributionReconocimiento (Attribution): En cualquier explotación de la obra autorizada por la licencia hará falta reconocer la autoría.
  • non commercial No Comercial (Non commercial): La explotación de la obra queda limitada a usos no comerciales.
  • no derivate works Sin obras derivadas (No Derivate Works): La autorización para explotar la obra no incluye la transformación para crear una obra derivada.
  • share alikeCompartir Igual (Share alike): La explotación autorizada incluye la creación de obras derivadas siempre que mantengan la misma licencia al ser divulgadas.

Licencias (combinación de principios)

by

Reconocimiento (by): Se permite cualquier explotación de la obra, incluyendo una finalidad comercial, así como la creación de obras derivadas, la distribución de las cuales también está permitida sin ninguna restricción.

by-nc

Reconocimiento - NoComercial (by-nc): Se permite la generación de obras derivadas siempre que no se haga un uso comercial. Tampoco se puede utilizar la obra original con finalidades comerciales.

by-nc-sa

Reconocimiento - NoComercial - CompartirIgual (by-nc-sa):No se permite un uso comercial de la obra original ni de las posibles obras derivadas, la distribución de las cuales se debe hacer con una licencia igual a la que regula la obra original.

by-nc-nd

Reconocimiento - NoComercial - SinObraDerivada (by-nc-nd): No se permite un uso comercial de la obra original ni la generación de obras derivadas.

by-sa

Reconocimiento - CompartirIgual (by-sa): Se permite el uso comercial de la obra y de las posibles obras derivadas, la distribución de las cuales se debe hacer con una licencia igual a la que regula la obra original.

by-nd

Reconocimiento - SinObraDerivada (by-nd): Se permite el uso comercial de la obra pero no la generación de obras derivadas.

Para que un creador como Javier, el chico del ejemplo, pueda empezar a utilizar las creative commons solo necesita un ordenador y una conexión a Internet con los que poder acceder a la página de la entidad http://es.creativecommons.org. En la Web Javier encontrará una pestaña titulada “Publica con CC” donde al pulsar en ella aparecerán las opciones de licencia mencionadas anteriormente. Una vez registrado Javier solo tendrá que hacer constar en sus discos que sus canciones tienen licencia creative commons al adjuntar el logo de la licencia en un lugar visible del disco. En literatura el logo se colocaría en la portada o primera página y en Webs en cualquier lugar fácilmente localizable.

Que trabajar con creative commons no es un sueño irrealizable lo demuestran muchos creadores que ya se ganan la vida utilizando estas licencias. El grupo de rock Gritando en Silencio es una de estas formaciones que han apostado por difundir su obra por Internet y dejar de lado las discográficas. Quien entre en su página Web (www.gritandoensilencio.net) podrá encontrar la discografía de la banda y la posibilidad de poder descargarla de una forma totalmente gratuita, pagar 10 euros por su último disco o donar lo que cada uno quiera de forma totalmente voluntaria.

Las motivaciones de GES para utilizar las CC no son otras que la de mantenerse fieles a lo que piensan y difundir su obra todo lo que puedan: “Si te descargas música de Internet y piensas que no estás robando y luego montas tu grupo y quieres ser consecuente con lo que piensas lo normal es que uses CC u otra similar”. Los miembros del grupo aseguran que económicamente estas licencias no le aportan muchos beneficios pero también reconocen que utilizar copyright no arreglaría esta situación, ni la suya ni la de otros grupos como ellos. Los integrantes del grupo aseguran que “ya nadie vive de vender discos salvo los grandes artistas y personajes creados por la industria para tal fin”. “Para los grupos pequeños, usar esta licencia no es mucho más que una declaración de intenciones. El beneficio quizás venga porque haya más gente que te escuche, pero realmente no importa tanto. Los grupos pequeños que no liberan su música con CC también acaban teniendo su música para descargar por Internet, aún sin su consentimiento; y desde luego ninguna entidad de gestión va a defender sus derechos, en cuanto a grupo pequeño que son”, sentencian.

Los nuevos grupos que surgen en la escena musical pueden encontrarse dos situaciones totalmente distintas dependiendo si deciden publicar su obra con copyright o con creative commons. El abogado David Bravo explica que el principal problema que encuentra un creador cuando se atiene al copyright es que no tiene ningún control sobre su obra. Lo más habitual en el mundo de las discográficas es que el grupo firme dos contratos, uno editorial por la autoría de las canciones y otro discográfico como intérpretes de las canciones de las que ellos son autores. En estos contratos el grupo cede en exclusiva tanto los derechos de propiedad intelectual por la autoría como por la interpretación. Bravo asegura que “desde ese momento el grupo no tiene absolutamente nada que decir sobre cómo se difunde la obra, quién accede a ellas y otras muchas cosas que vienen en los contratos discográficos y que son bastantes lamentables”. “En el momento que entras en una discográfica –continúa-- la discográfica quiere vender esos discos y el contrato va a poner todo lo que pueda para que el grupo se amolde a la moda del momento”. De este modo el autor se limita a recibir los royalties por parte de la discográfica, es decir, a recibir el porcentaje que le corresponde por contrato del beneficio total que la empresa obtiene al comercializar el disco. Según Bravo esta situación da lugar a que “un músico que firma un contrato discográfico y quiera sin embargo dar muchos conciertos y que su música se mueva libremente por Internet para ser popular, en el sentido de que la gente acceda a su música, no puede”, ya que es la discográfica, como dueña en exclusiva de los derechos, quien debe autorizar la difusión. La mayor ventaja de publicar un disco con una discográfica es que la empresa tiene mucho más dinero para la producción y promoción del disco, dos trabajos que sin embargo, son cada vez más asequibles para los nuevos músicos gracias a los nuevos equipos técnicos y el uso de las redes sociales.

En lo que respecta a las creative commons, su gran ventaja es precisamente que el creador tiene el control absoluto de su obra, él es el que decide qué derechos quiere ceder y cuáles de ellos reservarse. En una época donde los royalties son cada vez más bajos por el gran número de descargas, los conciertos son el lugar idóneo donde un artista puede ganarse la vida. Según David Bravo, hay músicos que prefieren renunciar a las discográficas y poner directamente su música en Internet “para que llegue al mayor número de personas posible y que esas personas vayan a los conciertos. Esto es lo que me conviene a mí económicamente, haciendo cuentas, me viene bien. Eso no pueden hacerlo si han firmado estos contratos”.

lunes, 31 de enero de 2011

Creative Commons: licencia para crear (II)




3. Grandes mitos de la Industria Cultural por Manuel Galvín

En las discusiones sobre la propiedad intelectual, no son pocos los argumentos que esgrimen los defensores a ultranza de la propiedad intelectual en su sentido clásico. En más de una ocasión, dichos argumentos quedan establecidos como válidos debido al desconocimiento general que existe sobre esta problemática. Pero muchos de estos discursos no tienen una base sólida, por lo que se han convertido en los grandes mitos de la Industria Cultural.

El primero de ellos es la afirmación de, entre otros, Teddy Bautista, presidente del Consejo de Dirección de SGAE, cuando hace referencia al hecho de que “la música no es cara, ya que el precio medio de un disco es de 9,90 euros.” Esta declaración, ofrecida en un programa de debate de la 2, Enfoque, fue contestada por David Bravo que argumentó que esa era la magia de las medias y las estadísticas. La realidad es que los discos de los superventas no suelen bajar de los 18 euros mientras que son los discos del resto de músicos, la gran mayoría, los que tienen un precio mucho más bajo que permite establecer la media en 9,90 euros. Uno de los motivos de que la música sea cara es que las discográficas inflan artificialmente el precio de los discos. A este respecto se refirió David Bravo al recordar que “en 2002, treinta tribunales de EEUU condenaron a las principales compañías discográficas por inflar artificialmente el precio de los compactos y les impusieron una indemnización de 170 millones de dólares”. Esta afirmación de Bravo encuentra base documental en un informe de la propia Industria Discográfica española. Según AFYVE, asociación de discográficas españolas, en la tienda donde se vende el disco se queda un 40,2% del precio final. La discográfica se embolsa el 24’4%, los costes de fabricación suponen tan sólo un 4%, el mismo porcentaje que se queda el distribuidor. Los royalties para el artista suponen un 9,4% y sus derechos de autor un 4%. De estos derechos de autor habría que descontar lo que se quedan las entidades gestoras, como SGAE, que suele ser un 15% de lo recaudado en derechos de autor por ese disco. Además las discográficas con sus asfixiantes contratos con los artistas, obligan en muchas ocasiones a firmar contratos con una empresa editora que se queda con la mitad de los derechos de autor, con lo que, del 4% inicial, se pasa a menos de un 2%. Pero no queda ahí la cosa, ya que algunas discográficas reducen también el porcentaje en royalties que se va a llevar el autor desde el 9,4% hasta un 3%. Muchos artistas, al final, se llevan por disco algo menos del 5%. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de los artistas no son superventas, sus discos se venden a un precio más bajo que el de estos afamados y, viendo el porcentaje que se llevan, podemos concluir que la mayoría de los músicos no viven de la venta de cedes.

En el extremo opuesto se encuentran, precisamente, los artistas superventas, cuyo caché permite negociar mejores contratos con las discográficas y cuya demanda por parte del público permite que sus discos se vendan masivamente a pesar de que el precio, en muchas ocasiones, dobla al de los discos de los cantantes que no está en este selecto grupo. En definitiva, por muchas medias que se hagan sobre el precio de los discos es innegable que algunos discos son bastante caros y otros, los de la gran mayoría, no lo son tanto. Además, como queda demostrado por el reparto de los beneficios de un disco, la gran mayoría del dinero de la venta se queda en los intermediarios, no en los artistas, que son, al fin y al cabo, los protagonistas de la música.

Otro de los grandes mitos que la Industria Cultural fue uno de los lemas de las muchas de las manifestaciones de artistas, formadas por superventas en su mayoría, contra la piratería y las descargas: “La música se muere”. Los defensores de la propiedad intelectual clásica afirman que la música se muere debido a que la venta de discos, debido a las descargas de Internet, ha caído en picado. Sin embargo, lo que se les escapa, o quizás no, es que los ingresos por música en directo han aumentado en un 117% en la última década, según datos de la Asociación de Promotores Musicales (APM). Según esta misma organización, los ingresos por ventas de discos han descendido en un 62,5% en la última década. La primera conclusión que se saca de estos datos es que el aumento de los conciertos sube en una proporción mayor a la que baja en la venta de discos. Está claro que, como señala David Bravo, “la música no se muere, simplemente se está desplazando el negocio desde la venta de discos hasta la música en directo”. El aumento de los conciertos tiene una clara explicación. La difusión de la música en Internet permite que los artistas que no aparecen tanto en los medios sean más conocidos y sus grupos de fans aumenten, con lo que también aumentan sus conciertos y el número de asistentes a los mismos. Precisamente son los conciertos la principal fuente de ingresos de los artistas que, como quedó explicado anteriormente, apenas se llevan un 4% por venta de discos. Los artistas suelen conseguir de sus actuaciones en vivo un porcentaje cercano al 80% de la recaudación total, con lo que el aumento de los conciertos beneficia a la gran mayoría de los artistas. Si el aumento de los conciertos beneficia a la gran mayoría de los artistas y dicho aumento de la música en vivo viene propiciado por Internet, la siguiente conclusión es de fácil deducción: la difusión de música por Internet beneficia a la mayoría de los artistas, por lo que no es la música la que se muere, sino una Industria que vende cada vez menos discos. Algunos grupos, como la banda de rock Marea, son conscientes de esto y su cantante, Kutxi Romero lo tiene claro: “El disco se encarece por cosas: grabaciones, promociones y tal, pero un disco es bien rentable vendiéndolo a 1500 pesetas. La industria musical está haciendo creer a todo el mundo que es un problema de los músicos cuando en realidad los músicos vivimos de los directos. Yo me llevo 5 duros de cada disco que vendo... entonces me la pela, grábatelo, mis cinco duros te los regalo si vas a venir a mi concierto”.

Uno de los mitos favoritos que la Industria disfraza de argumento indiscutible es el esgrimido en muchas ocasiones por Pedro Farré, director de relaciones corporativas de la SGAE, que afirma que “los intermediarios existirán siempre. Por una sencilla razón: lo que no se conoce, no existe. Los contenidos necesariamente deben ser producidos, empaquetados, publicitados. ¿De qué me sirve la libertad creativa o la libertad de expresión si no tengo quien me escuche?”. Por lo comentado en párrafos anteriores se pueden deducir varias cosas y aplicando el sentido común otras tantas. En primer lugar que la cultura no necesita de intermediarios para ser creada o difundida, ya que los grandes intermediarios comienzan a surgir a principios del siglo XX y no fue éste el siglo en el que comenzó a crearse cultura. La cultura es una manifestación del ser del hombre, por lo que va unida a la propia condición humana y no a la creación de intermediarios. En segundo lugar, cabe destacar que es cierto que lo que no se conoce no existe, ya que esa era la cruda realidad de muchos grupos no superventas antes de la llegada de Internet. Sin embargo, con la venida de la Red, estos grupos que no tienen más publicidad que el intercambio de archivos entre usuarios comenzaron a hacerse cada vez más conocidos. Lejos de la dependencia de intermediarios y de agencias de publicidad la cultura se difunde por Internet igual que lo hace el marketing viral, sin publicidad oficial y a través del boca a boca.

La SGAE es, por definición “una entidad de gestión colectiva dedicada a la defensa y gestión de los derechos de propiedad intelectual de sus más de 95.000 socios, creadores y editores musicales de todo el mundo, una entidad gestora de derechos de autor sin ánimo de lucro que representa los intereses de todos sus asociados”. La SGAE se ha convertido en uno de los principales referentes de la lucha contra la piratería y las descargas en España, a pesar de que las descargas benefician a la gran mayoría de sus asociados. Un claro ejemplo de los intereses que verdaderamente defiende SGAE se vislumbra al observar, y haciendo hincapié de nuevo, en cómo es el reparto de la recaudación entre sus asociados: el 0,75% de los socios perciben alrededor del 75% de la cantidad recaudada. Teniendo en cuenta que, según los estatutos de SGAE, el derecho a voto se establece por los ingresos recibidos por cada uno de sus socios, el reparto de poder en la entidad no es muy democrático. De nuevo David Bravo explica que “sólo pueden presentarse a ser elegidos como miembros directivos de la junta de SGAE aquellos socios que tienen 5 votos permanentes. Estos 5 votos, que son el máximo, los puedes conseguir según lo que hayas recaudado el año anterior y si has ganado lo suficiente para conseguir estos 5 votos puedes presentarte a las elecciones”. En las últimas elecciones de SGAE sólo el 10% de los socios tuvo derecho a votar. Por tanto, no todos los que pertenecen a SGAE pueden votar y los que pueden hacerlo deben este derecho a unos intereses marcados por su éxito en la venta de discos.

En definitiva, esta situación provoca que tanto los intereses de SGAE como las personas de su junta directiva no representen a la gran mayoría de los artistas, que, en palabras del propio presidente de SGAE, Teddy Bautista, “apenas llegan al salario mínimo interprofesional”. Es contradictorio el hecho de que la gran mayoría de los socios no pueda vivir de la venta de discos y la SGAE se mantenga firme en su posición de defender a ultranza el actual modelo de negocio, basado en una venta de discos en caída libre. Estos artistas que apenas llegan, por la venta de discos, al salario mínimo interprofesional no tienen derecho a voto en la SGAE, y teniendo en cuenta que conforman la mayoría de los asociados, la conclusión a la que se puede llegar es que SGAE sólo defiende los intereses de un pequeño sector de asociados superventas.

4. La cuestión del canon digital en España por Manuel Galvín

La remuneración compensatoria por copia privada o canon por copia privada es una tasa aplicada a diversos medios de grabación y cuya recaudación reciben los autores, editores, productores y artistas, asociados a alguna entidad privada de gestión de derechos de autor, en compensación por las copias que se hacen de sus trabajos en el ámbito privado.

Un pago exigido tanto a empresas fabricantes de productos como MP3, grabadoras de DVD, como a usuarios particulares que deciden adquirir estas mercancías electrónicas para su uso privado y sin ánimo de lucro ya que la Administración considera que ambos contribuyen a la duplicación de obras protegidas por la Ley de Propiedad Intelectual. En la siguiente tabla se muestra la cantidad económica que aporta un consumidor al adquirir cierto producto:

Importe del canon por unidad

Grupo I: Equipos de grabación

Categoría

Cuantía

Grabadora CD

0,60 €

Grabadora CD/DVD

3,40 €

Grabadora DVD de sobremesa

3,40 €

Discos duros no excluidos

12,00 €

Grabadora de TV sobre disco duro

12,00 €

MP3

3,15 €

MP4

3,15 €

Teléfono móvil con MP3

1,10 €

Grupo II: Soportes de grabación

Categoría

Cuantía

Soporte CD-R

0,17 €

Soporte CD-RW

0,22 €

Soporte DVD-R

0,44 €

Soporte DVD-RW

0,60 €

Memoria USB/Flash

0,30 €

Grupo III: Equipos multifunción y copiadoras

Categoría

Cuantía

Multifunción de inyección de tinta

7,95 €

Multifunción láser

10,00 €

Escáner

9,00 €

Copiadoras hasta 9 ppm

13,00 €

Copiadoras de 10 a 29 ppm

127,70 €

Copiadoras de 30 a 49 ppm

169,00 €

Copiadoras de 50 a 69 ppm

197,00 €

Copiadoras de 70 ó más ppm

227,00 €

SGAE en el anterior curso ingresó 28 millones de euros, un 72,6 % por encima de las ganancias de 2009. La venta por formatos físicos bajó un 30 %. Pero las pérdidas de SGAE sólo han supuesto un 5 % respecto a lo ganado en el año 2009. 317 millones de euros de beneficio en 2010, un año marcado por la austeridad económica y el recorte de políticas sociales en gobiernos de todo el mundo por la falta de ingresos y por la subida del desempleo. La pérdida de ventas en formatos físicos no puede usarse como una excusa directa por parte de SGAE ya que programas como Spotify han disparado el consumo digital de música. Lo que pierden por un lado, lo recuperan por otro. El negocio del canon blinda los beneficios de las sociedades de gestión a corto y largo plazo. No obstante, y a pesar de los datos, SGAE sigue criminalizando a los usuarios que se bajan música de Internet. Si se exige remuneración compensatoria se reconoce el derecho a la copia privada, algo que SGAE no termina de hacer, al menos oficialmente, y sigue relacionando descarga de Internet (totalmente lícita según el artículo 270.1 del Código Penal) con la piratería, actividad ilícita. Este discurso es bastante contradictorio, ya que por un lado se criminalizan las descargas y, por otro, se las reconoce al instaurar un sistema de remuneración por copia privada. Además, el canon ha despertado un gran malestar en la sociedad al tratarse de un sistema de compensación totalmente arbitrario, es decir, aplicado de forma indiscriminada sobre los soportes, aunque estos no vayan a ser utilizados para copiar material protegido por derechos de autor.

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