miércoles, 22 de diciembre de 2010

Debate sobre la Ley Sinde

Por tener el blog más que abandonado por la lectura y el estudio, hoy que empiezo mis vacaciones tenía pensado escribir algo sobre propiedad intelectual, uno de los temillas a los que más me he estado acercando estos meses. Mientras me decidía y no en el perfil de Facebook de un compañero de clase alguien encendió la chispa y salió el debate. Seguro que es más entretenido leer la discusión que solo lo que yo pienso.

Raúl Solís

Los que defendéis el robo y el pillaje. ¡Leed esto!!

La Policía Nacional detiene a dos propietarios de webs de descargas de estrenos cinematográficos · E

www.elpais.com

Sin que se haya apagado aún la resaca política y en la red por la derrota de la ley Sinde, la policía ha detenido a los dueños de dos páginas webs de descargas de estrenos cinematográficos como presuntos responsables de un delito contra la propiedad intelectual, en su modalidad de piratería cinemato

Juan Antonio Cañero

Raúl eres uno de los tantos que crees que descargar y piratear es lo mismo y estás muy equivocado. Yo no defiendo la piratería porque no veo justo que uno se lucre con el trabajo de otro pero las descargas que tú y yo hacemos no son piratería, son solo compartir archivos de los que ni tu ni yo vamos a sacar un beneficio. No seas tan demagogo con lo de robo y pillaje que pareces Franco diciendo rojos y masones cabrón jaja

PD: La música existió, existe y existirá esté o no esté la industria cultural. Hay que hacer una remodelación del sistema porque la industria está desfasada no desfasarnos a todos para ponernos al nivel de una minoría de agentes

Raúl Solís

Sí, pero tú y yo, ¿de dónde nos descargamos archivos?, de páginas que se lucran con la publicidad. Lee esto, que no tiene desperdicio. El próximo cuatrimestre tus notas que me las pongan a mí. ¿ok?
Lo flipo, que la piratería o la descaga, me da igual, las defendáis quiénes habláis de democratizar (asalvajar) la

Juan Rodríguez Foncueva

Artículo 270.1 del código penal: "Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años quien, con ÁNIMO DE LUCRO, reproduzca, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra"

Piratería: el que distribuye la obra lo hace con ánimo de lucro
Descarga: el que distribuye la obra es el usuario, que no tiene ánimo de lucro. El que se lucra (el portal a través de la publicidad) no distribuye obras

Piratería no es igual a descarga.

Siempre estaré en contra del robo y el pillaje, por eso estoy en contra de la sobrexplotación que hace la Industria de la cultura. Eso sí es un robo xDD

Raúl Solís Pero qué morro tenéis. ¿El que administra el soporte que facilita la descarga no es, pues, un ladrón que se está lucrando de la obra de otro? ¿Y tú cómo usuario tampoco? Desde luego, habéis perdido el norte. Os repito: vuestras notas de este primer cuatrimestre las compartimos, ¿vale? Sois, en este tema, la desfachatez y la sinvergonzonería en persona.

Juan Antonio Cañero

De una página con publicidad no te las puedes descargar porque allí no están, como mucho te puedes encontrar enlaces a archivos que ha subido un usuario a un sistema de almacenamiento en red. Antes los discos o las cintas te las dejaba tu vecino y ahora te los puede dejar cualquiera.

La cosa es que no se porque te empeñas en decir que estamos en contra de los autores cuando el sistema que hay ahora y la Ley Sinde está mucho más en contra de los autores porque solo apoya a la industria. En ese precioso organismo como es la SGAE solo puede votar el 4% de los socios y claro está según su dinero.

Raúl ahora ni se mira por el autor ni por la creación, solo por la pasta y mis notas que no te las den a ti, pero si quieres te dejo mis apuntes. Eso más o menos es lo que debería ser en la cultura.

Juan Rodríguez Foncueva

Por cierto, para que veas la clase de democracia en la que vivimos. Desde el Ministerio de Cultura, en consonancia con la SGAE y la Industria, se están llevando a cabo cursos de aprendizaje para jueces y policías sobre cómo deben tratar estos casos. Es decir, desde esas instituciones, con unos marcados intereses en la defensa radical y fanática de los derechos de autor, se ADOCTRINA a jueces y policías sobre cómo deben actuar contra los que, dentro de la ley, no seguimos los patrones de comportamiento que ellos dictan.

La anterior ministra de cultura se lució en público al afirmar que era un problema el hecho de que en España se leyera poco, pero era más grave el hecho de que se leyeran fotocopias. Es decir, lo que importa a una ministra de cultura no es erradicar el analfabetismo, sino que la gente pague, por cojones, por todo lo que lee...

Raúl, de verdad tío, la Ley Sinde no tiene ni valor ético ni valor moral. Ha sido un despropósito. Y los que defendemos las descargas no hemos dicho nunca que no haya que remunerar a los autores. Se han propuesto muchísimas alternativas diferentes al actual modelo de negocio que intenta exprimir hasta el último euro con la instrumentalización y ptivatización de la cultura

Juan Antonio Cañero yo no me lucro de ninguna forma porque no gano dinero, no vendo na que si es lo que tienen que perseguir. Tío Raúl argumenta un poquito que te quedas en o de ladrón y las notas. Si quieres hago lo mismo: si crees que la industria funciona tan bien pagame los 8 euros que cuesta ir al puto cine o explicame cómo me descargo música de los 70 que está descatalogada o cómo conozco a grupos nuevos que no quieren entrar en el juego

Juan Rodríguez Foncueva Y con respecto a la noticia, es una clara táctica de El País (gruo PRISA) de intentar legitimar, a pesar de la derrota, la Ley Sinde. Es normal que este diario intente defender a capa y espada a sus amos

Raúl Solís

tenéis una jeta. Mi argumento es de cajón. El argumento del precio no me vale. Porque la ropa, cuando vais de botellonas, las cenas, etc...todo vale dinero y no nos vamos sin pagar. Sois unos posmodernos adoctrinados con mucho eslógan pero poco de coherencia entre lo que decís defender y vuestros actos. Se acabó, no hablo más. Me estáis cabreando.
Pilar, ¿te mando o te vas sola?

Juan Antonio Cañero

tío luego le dices tu a la gente que es una fanática y mirate diciendonos adoctrinados y cerrando el debate como un buen seguidor del tito Paco. Lo único que veo de cajón de lo que dices es que el autor tiene que remunerarse de lo que hace,cosa de la que estamos de acuerdo, pero la Ley Sinde no asegura eso, asegura que pillen cacho las multinacionales. Igual que tú nos mandas a leer cuando decimos algo en contra de la UE yo te digo lo mismo. Leete el libro de David Bravo, lee algo sobre Creative Commons y algo sobre modelos alternativos porque así puede que te salgas de la doctrina que marcan desde arriba. Cabrón eres más del PSOE que Zapatero

Raúl Solís me lo voy a leer. Prometido. Mándame el enlace. Y sí soy del PSOE.

Juan Antonio Cañero Pero tío no seas de partidos, sé de ideas!! esta ley no se puede defender ni aunque la haga el PSOE, ni el PP ni IU. Yo voté al PSOE y en esto, como en otras cosas, lo critico más que nadie porque va en contra de mis ideas. Rendirle culto a un partido no es de sabios jeje

Raúl Solís

Tío, tú me conoces y yo no soy de partido soy de ideas. Y defiendo esto porque estoy convencido. Al PSOE le doy fuerte cuando lo merece, pero ayer estuve de acuerdo con ellos. Léete esto, majete. Y dejadme ya, que estoy en minoría muy reducida, só cabrones.
http://www.sgae.es/recursos/boletines/pildora/diciembre/22/index.html

Juan Antonio Cañero

‎"Paradójicamente, no somos nosotros los principales perjudicados en esta situación; es la ciudadanía, que se verá privada a medio y largo plazo de un rico acervo cultural, de un imaginario colectivo que, desde el principio de los tiempos, los creadores y artistas, los científicos e inventores, han construido para favorecer el desarrollo intelectual y económico de los pueblos".

jajaja de cachondeo, como si la música existiese porque existe la SGAE. En la Revolución Francesa no existía la SGAE y había música, y en el siglo I también y nadie ganaba un pastizal pa comprar coches de lujo y la música ha seguido viviendo. Tío no te creas que la música existe gracias a SGAE porque eso si que es adoctrinar. Además te lo vuelvo a repetir, la SGAE no es representativa, solo pueden votar un 4% de los socios, algo muy democrático. Pregúntale a los músicos que empiezan cómo se van a dar a conocer si no es por internet

Raúl Solís Doy por zanjado el debate. Mándame el enlace del libro del David, ese.

Juan Antonio Cañero

Aquí tienes "Copia este libro", no es para adoctrinarte sino para que tengas idea de cómo funciona el sistema y ya puedas decidir lo que pensar respecto al temahttp://www.worcel.com/archivos/6/David-Bravo-Copia-este-libro.pdf

Eres una máquina raulito jeje viva el debate y abajo la UE jaja

Raúl Solís Con la UE ni te metas, capullo. Me lo leo y debatiremos. Espero no lleguemos a las manos. Te pasaré los apuntes, pero deberás pagar a la SGAE.

Juan Antonio Cañero yo pagaré pero los mios los tengo con creative commons, asi que los puedes pillar gratis y compartirlos con quien quieras siempre que me cites como autor jeje

Juan Rodríguez Foncueva

jajaja Raúl, en serio, ese documento es de la SGAE, más concretamente de Teddy Bautista, cuya vida personal ya dice mucho de cuáles son sus propósitos. Un tío que tiene un pensionazo asegurado para cuando se retire. La SGAE, entrañable sociedad que está decidida a perseguir a todos los usuarios porque somos criminales. Dice en el documento que solo el autor tiene derecho a decidir sobre su obra. No! Una obra no es propiedad de nadie. Porque toda obra se construye sobre conceptos y preceptos ya creados antes. No es una obra original en sentido estricto. Aparte está su carácter intangible. Es algo que no se puede medir ni cuantificar. Su inserción en el modelo de Industria fue un despropósito, en la línea de la mercantilización de TODO que hace el Liberalismo radical. La ciudadanía no se ve perjudicada por el NO A LA LEY SINDE. Como ha dicho Cañero, la cultura existió antes de la Industria y seguirá existiendo, en especial hoy en día gracias a Internet, que permite una gran difusión y permite más ingresos a la gran mayoría de artistas, cosa que la SGAE no quiere reconocer puesto que dichos artistas, que son una mayoría, no están representandos en las asambleas de la SGAE porque no pueden votar. Para poder votar en la SGAE hay que tener un mínimo de ingresos por venta de discos, lo que hace que esta sociedad sólo se defiendan los derechos de los muchimillonarios, que quieren vivir de una obra aunque hayan pasado 50 años de su creación. Eso no es remuneración, es CARADURA, ROBO Y PILLAJE.


martes, 5 de octubre de 2010

Una huelga desigual

Viñeta de Manel Fontdevila en la edición de Diario Público del 30 de septiembre.

La huelga general celebrada el 29 de septiembre y la cobertura que la mayoría de los medios hicieron sobre la jornada fue, sobre todo, desigual. En la huelga en sí, la huelga golpeó con distinta fuerza tanto entre los distintos territorios como en los sectores del trabajo.

Por ramas laborales, los transportes y la industria fueron las actividades que más vieron afectado su funcionamiento. Según los sindicatos UGT y CCOO, el paro llegó a rozar el 100% en la industria, lo que se manifestó en la caída del consumo energético, que se situó en una cifra similar a la de un fin de semana o un festivo. Mientras tanto, los transportes se redujeron a los servicios mínimos en casi toda España, parando a su vez la actividad de muchos mercados de productos frescos que dependen de los primeros. Desde los medios, se ha apuntado continuamente al boicoteo de los piquetes como la única razón por la que este sector secundó el paro.

Por otra parte, los pequeños comerciantes y locales de ocio, como tiendas de alimentación o bares, y las grandes superficies abrieron sus puertas al público con casi total normalidad. Por ejemplo, en Sevilla, los establecimientos del centro que en principio parecían cerrados, abrían sus puertas cuando la manifestación de la CGT había pasado por sus puertas.

Lo que parece claro es que a los grandes y pequeños propietarios les ha dado igual la huelga y la protesta ha sido protagonizada por personas empleadas por estos. La responsabilidad de llevar un negocio familiar, ver tan de cerca el fin de mes y tener que pagar otra cuota de autónomo pueden ser las razones que han llevado a muchos a no formar parte de las reivindicaciones. Otros tantos, en especial las grandes empresas, o más bien, sus dirigentes, no protestaron contra la reforma laboral porque esta les conviene.

Mayores facilidades para el despido (ya se puede despedir a un trabajador para "prevenir pérdidas"), reducción de las indemnizaciones, subvención con dinero público de estos despidos o la ampliación de las posibilidades para hacer contratos de prácticas por la que los nuevos trabajadores tendremos la bonita oportunidad de disfrutar de un contrato de prácticas de dos años por nuestra licenciatura o grado más otro por cada máster que cursemos (con Bolonia es obligatorio hacer un máster además del grado). El Gobierno ha puesto en bandeja a los empresarios la contratación de una mano de obra más barata, en detrimento de la cualificada que puede llevar años trabajando en el seno de la empresa. Por eso la patronal nunca ha defendido la huelga, porque a pesar de no estar contentos con la reforma, van a poder contar con muchos más jóvenes en prácticas en lugar de hacer contratos en los que se pague un salario digno, por ejemplo.

Sin embargo ninguna de las consecuencias de la reforma laboral tuvo cabida en medios como Antena 3, El Mundo o la emisora Cope, que trataban de informar de una huelga que ellos mismos no estaban realizando. No hubo momento para el debate de ideas enfrentadas, para un análisis de las perspectivas de futuro, incluso fue imposible escuchar alguien que explicara en profundidad la precarización laboral que la reforma laboral, impuesta por decreto, trae bajo el brazo. Ante la reflexión, una costumbre que los actuales medios ven como muy peligrosa, el discurso se centró en la criminalización de los piquetes.

Golpes, gritos, silbidos, cargas de la policía... La imagen de todo lo que rodea a un piquete vende mucho más que empujar a la audiencia a que valore las consecuencias de la reforma teniendo un contexto bien delimitado por todas las voces que tienen autoridad en el tema, pero abusar de la imagen de los piquetes provoca que se cree la sensación de que durante el 29 de septiembre no hubo nada más en la huelga. Nadie se manifestó, nadie cantó, nadie bailó, nadie propuso una salida social a una crisis capitalista que ha sido disfrazada para que parezca un crack provocada por Obama, Zapatero, Rajoy, los sindicatos o quien sea, ocultando así el verdadero problema y enterrando el debate.

Además del “antipiquetismo”, los medios lanzaron otro mensaje para los que no habían quedado conforme: “la huelga ha llegado tarde, por lo tanto, no tiene razón de ser”. Claro que ha llegado tarde, pero por supuesto que tiene motivos. CCOO y UGT deberían haber convocado las movilizaciones como muy tarde en el verano, cuando se anunció la reforma. El verano era el momento idóneo para paralizar el país ya que alteraría el fin del curso político, todavía estaba vivo el escozor por el anuncio de la reforma y se podía haber demostrado a la sociedad que hay vida después de un mundial de fútbol. Pero CCOO y UGT decidieron retrasar la huelga a una fecha más cómoda para los políticos, a final de septiembre, cuando hay menos barullo. Puede que para agradecérselo, el Gobierno destinó 500 millones de euros para sus cursos de formación.

En definitiva, la cobertura de la huelga de los medios de masas, exceptuando Público que el 29 de septiembre lanzó una edición especial con las consecuencias de la reforma, ha sido excesivamente sensacionalista, se ha quedado en lo espectacular de los piquetes obviando el debate. Muchos de los editores habrían suspendido ese día si tuvieran un examen en la facultad, parece que con el paso del tiempo se han olvidado de lo que es una noticia. En una huelga no es noticia que haya piquetes, porque es natural en estas movilizaciones, lo que es noticia es el porqué de la convocatoria y las consecuencias que traerá. Pero bueno, después de la luz, fuego y destrucción de los primeros 15 minutos de las noticias del día 30, el de resaca de la huelga, todo el mundo pudo volver a la normalidad y al orgullo patrio: el Rey embotaba la mayor fragata de la armada española y una de las más grandes del mundo. Da igual que tengamos peores contratos, peores expectativas de futuro o menos capacidad de respuesta ante un jefe, lo importante es que en la guerra seamos de los mejores del mundo, que para eso tenemos mil amenazas internacionales mirando nuestra preciosa España. Si al final va a ser que somos hasta tontos.

sábado, 12 de junio de 2010

Aprender a construir construyendo

Me había propuesto no subir al blog más trabajos de la facultad pero creo que éste merece la pena. No es porque me guste especialmente como está escrito, que también, pero sobre todo quiero que puedas conocer el trabajo de Arquitectura y compromiso social, un precioso ejemplo de cómo la Universidad y todas las grandes instituciones si quieren, y tienen a buena gente dentro, pueden cambiar la realidad. Lo subo con el permiso (aunque no les haya preguntado) de Marina, Laura y Carlos, mis compañeros con los que lo he trabajado y escrito.



A quince kilómetros al oeste de Tánger, en el admirable paisaje Achekkar, desde donde se domina el inmenso Océano Atlántico, se encuentra uno de los emplazamientos más fabulosos del continente africano. Allí, junto al Cabo Espartel, se ubica una inmensa cueva de roca calcárea en la que cada vez que sube la marea, las olas refrescan los cimientos de nuestra Historia. Cuenta la leyenda que en ese rincón, conocido como la Gruta de Hércules, el semidiós con sus propios brazos construyó la gruta sin caer en la cuenta de que no sólo creaba un espacio para descansar antes de cumplir una de sus doce tareas. A la vez, separaba como a dos siamesas unidas desde niñas África de Europa. Sólo catorce kilómetros de Estrecho, muy pocos a la vista pero demasiados para la cultura. De un tiempo a esta parte un grupo de personas vienen haciendo un esfuerzo hercúleo para intentar unir lo que hace unos 7000 años fue separado.

Salieron de España con media hora de retraso pero aún así llegaron a tiempo. A bordo de un ferry se embarcaron en una experiencia que recordarían toda la vida. Jugaban a imaginar lo que se iban a encontrar. El grupo de personas que formaban el colectivo “Arquitectura y compromiso social” habían dormido poco a causa de los nervios, pero soñaban despiertos, emocionados con el proyecto que se les presentaba las próximas semanas. Ellos eran la nueva promoción encargada de la reconstrucción de Jnane Aztout, uno de los barrios chabolistas de Larache.

La brisa del mar pegaba en sus caras, en la cubierta gente de todas las nacionalidades se agolpaba para atisbar en el horizonte el relieve del continente africano. Las olas rompían con fuerza. El balanceo provocaba el malestar de alguno de los pasajeros, algo sin importancia, sólo sería media hora de viaje. El entusiasmo se apoderaba de los viajantes al ver la silueta del continente y el inicio del trabajo cada vez más cerca. La concepción del proyecto era la idéntica a los pasados años y tenía los dos mismos objetivos: evitar el desalojo de los vecinos, mejorando su situación, y enseñar, como los demás programas de la Universidad. De nada serviría haber traído a cien jóvenes desde España para que no sacaran nada en claro de esa experiencia.

Nervios de principiantes, calor sofocante, inmensas ganas de actuar, pero ¿qué sabían ellos de arquitectura con apenas un año de carrera? Los estudiantes podían estar tranquilos, al mando del proyecto estaba Esteban de Manuel. Este profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, llevaba desde 1993 vinculado al trabajo de “Arquitectura y compromiso social”, centrado en la mejora de algunos barrios de Sevilla y el extranjero.

- “Después del seminario del año anterior, en la primavera de 1994, el colectivo organizó un viaje a Larache junto a un grupo de estudiantes para trabajar en un centro cultural. Esto nos aportó el suficiente conocimiento de la ciudad y nos sirvió para que Francisco Torres se acordara de nosotros ante las deficiencias de su proyecto. Torres estaba empleado por la Junta de Andalucía para llevar a cabo la reconstrucción del patrimonio artístico de Larache, su medina y la ciudad histórica española. Un trabajo que mejoraba la apariencia de la ciudad pero que olvidaba la situación real de algunos de sus vecinos. Este hecho provocó una llamada telefónica que unió nuestros destinos”, comentaba Esteban a sus alumnos para hacerles ver la trayectoria recorrida hasta llegar al punto donde se encontraban.

Revolución en la cubierta al llegar al puerto. Los pasajeros se agolpaban en la escalera como ovejas de un rebaño deseando tocar tierra para empezar el trabajo. Olores nuevos, colores inéditos, gente desconocida y toda una cultura que aprender. Esa fue su llegada a Tánger, todavía quedaba mucho camino por delante hasta Larache.

Tras esquivar a los primeros vendedores ambulantes, los integrantes de “Arquitectura y compromiso” se acercaron a lo que parecía un muestrario de viejos Renaults que hacía la función de parada de taxis. Allí, el director del proyecto, Esteban ponía todo su esfuerzo para convencer en un francés de principiante al conductor, regateando para que los acercara a la localidad marinera por la menor cantidad de dírhams posibles. Ahí comenzaba su aventura.

A bordo de un coche, en un país donde colocarse el cinturón de seguridad denota desconfianza hacia el taxista, recorrieron unos caminos sin apenas asfalto a los que llaman carreteras, atravesando poblados que parecían sacados de la propia Biblia. Un atardecer de ensueño completaba un paisaje insólito, muy diferente del sitio de donde venían. Un rebaño de cabras en medio de la carretera interrumpió su camino. Mientras el conductor pitaba y maldecía en su idioma con todo lo que se le venía a la cabeza, o al menos eso parecía, un alumno levantó la vista y pudo observar como una ciudad se iba formando en el horizonte. Estaban cerca, sólo necesitaron atravesar la última colina para llegar a Larache, donde las chabolas ocupaban casi el mismo espacio que el casco histórico que rodeaban.

- “Es increíble que haya más gente viviendo en casas sin licencias que dentro de la legalidad. No me imagino cómo sería su vida en el campo para tener que emigrar a la ciudad y vivir en estas condiciones.” Le comentaba asombrado uno de los alumnos con los que Esteban de Manuel compartía taxi mientras que el coche se paraba a las puertas de la medina. Algunos de los estudiantes mostraban su inseguridad por adentrarse en un territorio que desconocían, sin saber que al poco tiempo lo sentirían como su casa.

Jnane Aztout es un barrio cercano a la medina, formado por 89 familias que residían en unas construcciones semiconsolidadas. No era un simple grupo de chabolas formadas recientemente, eran vecinos que compartían una misma identidad que haría más fácil el acompañamiento social que pretendía “Arquitectura y compromiso”. Este sentimiento de vecindad corría peligro si se actuaba de la forma que pretendía el gobierno marroquí. En sus plantes estaba hacer tabula rasa, derribar todo lo construido y poner en pie nuevas parcelas que posteriormente sería sorteadas, mezclando vecinos de la parte superior con los de la inferior. Los componentes de “Arquitectura y compromiso” no estaban de acuerdo con esta medida ya que según dijo un alumno, “este trabajo arquitectónico es a nivel técnico y social, no sólo se trata de construir calles y casas, hay que tener en cuenta que la ciudad está compuesta por unas personas que forman un tejido social que hace uso de estas calles y estos espacios y esto debemos respetarlo”. El gobierno aceptó la propuesta. Parecía mentira que las relaciones con las instituciones fueran ahora tan fáciles después de las dificultades que habían tenido el año anterior.

Cuando el primer grupo de “Arquitectura y compromiso” se desplazó a Larache en 2004, un año antes de esta gran expedición, no se esperaban que dentro de esa pequeña ciudad de pescadores se encontrara una de las pesadillas que pusieron en peligro el proyecto. Una persona que movida por sus propios intereses estuvo a punto de acabar con el sueño de regalar a los vecinos una vida mejor. Un Hércules moderno que con sus acciones pretendía separar lo que Esteban de Manuel y su grupo estaban uniendo. Esa persona era el alcalde, Abdel Hississen, propietario de la mitad de las tierras de Larache, entre ellas Jnane Aztout, y que llevaba gobernando toda una vida movido por los intereses inmobiliarios. Si el proyecto salía bien, parte de su negocio se vendría abajo ya que los vecinos serían propietarios de unas tierras que hasta ese momento sólo se habían utilizado para especular.

- “Por esa razón, antes de que nosotros llegáramos, el alcalde envió las máquinas para derrumbar las casas del barrio y que los vecinos asustados se fueran. La suerte fue que los bulldozers entraron por la parte trasera del barrio derribando por error la mezquita. No os podéis imaginar la cantidad de cristales rotos, vigas de hierro dobladas como si fueran plástico y las inmensas montañas de piedras en las que se había convertido la mezquita del barrio de manos de su propio alcalde. Tal era la indignación de los vecinos que fueron a reclamar ante el gobernador, que rápidamente frenó la destrucción de semejante tesoro”, recordó Esteban de Manuel mientras paseaba con sus alumnos mostrando los progresos conseguidos desde entonces. “El alcalde intentaba corromper una acción que, aunque pequeña, ya era imparable”, sentenció.

Mientras daban este paseo, ya en 2005, la oposición del alcalde no suponía ningún problema. El gobernador se encargó de convencerlo y los alumnos, acompañados de los vecinos, pudieron concentrarse en el estudio del barrio. Tras escuchar las opiniones de los residentes, profesores y aprendices elaboraron un diagnóstico en el que se analizaron veinte casas. Se dibujaron pequeños croquis, se realizó un censo de población, un estudio del plano del barrio, todo ello con el objetivo de hacer realidad un proyecto enfocado “casa a casa, caso a caso”. Fueron las primeras tentativas para devolver la esperanza a aquellas personas.

La ayuda de los habitantes del barrio era vital para cumplir ese sueño mutuo. “Ellos sabían cómo se repartían los espacios y nosotros cómo hacerlos. Donde nosotros sólo veíamos escombros, los vecinos veían calles, donde veíamos agua estancada ellos veían fuentes y eran capaces de ver bonitas plazas donde nosotros solo veíamos solares”, explicaba Esteban al ejército de estudiantes en ese primer paseo, deseoso de que comprendieran la importancia de trabajar codo a codo con los vecinos. Entre las principales preocupaciones de los dirigentes del proyecto no sólo estaba la de perpetuar la identidad de aquel barrio o que los alumnos consideraran el valor que tenía, sino que al mismo tiempo buscaban acabar con los tópicos y los prejuicios que nuestra sociedad tenía de lugares y países como aquel.

- “Hay una gran contradicción cuando tú llegas al barrio por primera vez, vez lo mal que viven y dices ¨joder que mal está esta gente¨ y cuando te vas. Después de estar tanto tiempo en el barrio ya no lo ves feo, no lo ves pobre, sólo diferente. Ahí me planteé un problema filosófico: la importancia que tiene la primera impresión en el juicio de las cosas. Cuando pasé más tiempo allí me fui dando cuenta de la verdadera importancia de las cosas”, explicó uno de los alumnos del proyecto en el documental realizado posteriormente para televisión. Conforme iban avanzando los días, los alumnos iban comprobando como la gran riqueza que poseía Larache no era material, como todos los seres humanos desean, sino una riqueza mucho más valiosa. Un carácter, una personalidad, una forma de ser que definía a aquel barrio pesquero.

Pero no todo en Jnane Aztout fue vino y rosas. Esteban de Manuel recordará por siempre como se dio de bruces con la cruda realidad cuando la esperada financiación del proyecto no se concretaba nunca. Los problemas que surgieron al no poder encontrar el dinero con el que llevar a cabo todas sus intervenciones trajeron desilusiones, conflictos dentro del grupo, división de opiniones, pérdida de confianza entre de los vecinos… El proyecto en el que Esteban se había volcado en cuerpo y alma se estaba yendo a pique por momentos, lo que lo sumió en una depresión. Finalmente entre el esfuerzo y la ilusión, gastando todos los lápices, escuadras y cartabones tras tantos borrones y cuentas nuevas, se logró dibujar el triángulo de la participación entre vecinos, Universidad y políticos.

La colaboración con los residentes no se quedó sólo en el diseño de calles. “Hemos hecho un trabajo social y de animación sociocultural, por ejemplo, un taller en el que los niños tenían que poner nombre a las calles, y otro de fotografía en el que los vecinos tenían que representar el espíritu del barrio”. Ya había surgido esa chispa, ese entendimiento entre dos culturas muy distintas que se unían por una lucha común. Pescadores, agricultores, pequeños comerciantes, chatarreros, jóvenes y los que no lo eran tanto, todos tenían un papel esencial en la reconstrucción de su nueva vida. Todos eran necesarios, como en una almadraba en la pesca del atún. Por ello siempre que había dificultades, que fueron muchas, los dirigentes del proyecto decían “o hacemos la almadraba o se nos escapan los atunes, o hacemos casa para todos o no vamos a conseguir nada”. Un proceso lento pero que permitió ir mejorando las infraestructuras básicas del barrio. Lo que antes eran senderos pedregosos ahora eran calles pavimentadas, las paredes de adobe, muros consistentes, los techos inestables y calados eran ahora el mejor refugio de las familias. La luz les dio la fuerza del sol durante las noches que ya no fueron tan oscuras y el alcantarillado mejoró su día a día con higiene y salud. El barrio era ya un asentamiento legal y nadie podría expulsar a los vecinos de sus casas. Objetivo cumplido.

Los vecinos respondieron la buena voluntad de los españoles con cariño. Eran hospitalarios y les ofrecían lo poco que tenía, su casa y su comida. Los vínculos que se formaban dentro del barrio eran cada vez más fuertes y después de la vuelta a Sevilla incluso siguieron en contacto a través de Internet. Algunas amistades se convirtieron en noviazgos que hoy siguen adelante, demostrando que la relación entre Universidad y sociedad en casos como este no es un servicio que se ofrece de una empresa a un cliente, sino la ayuda de un amigo a otro, casi como si se tratara de una familia. El sabor a atún recién pescado, el olor a salitre de su brisa, todas las nuevas palabras aprendidas; todo esto completó un aprendizaje que iba más allá de lo arquitectónico. Los jóvenes que formaron parte de esta aventura, además de aprender a medir y construir, se convirtieron en embajadores culturales de una tierra que antes era desconocida. Objetivo cumplido.

Y así fue como los días fueron pasando y lo que comenzó siendo un paseo por una realidad ajena se convirtió en un proyecto que pudo evaluarse en objetivos conseguidos; aunque para los protagonistas implicados en esta historia llegó un momento en el que, incluso eso, pasó a un segundo plano.

- “Para mí es una experiencia que demuestra que la Universidad puede relacionarse con la sociedad, ayudando a transformar situaciones que son difíciles, con el plus que tiene la Universidad por el reconocimiento institucional, que sirve para desatascar situaciones, para conseguir voluntades políticas; y al mismo tiempo ha sido un motivo de aprendizaje extraordinario. Los estudiantes no hacen una práctica más de la carrera, sino un trabajo real” explicaba Esteban de Manuel con orgullo en el acto de clausura del proyecto.

Un día que no olvidarán por el cariño que recibieron por parte de los vecinos del pueblo que decoraron cada una de sus plazas con guirnaldas de colores verde y azul, y llenaron las calles con banderas de Larache. Vistieron de uniforme a sus mejores estudiantes y colocados estratégicamente en la puerta de la escuela interpretaron el himno de la localidad en honor a sus amigos españoles; incluso las mujeres más ancianas del lugar les regalaban pastas artesanales y bolsas de té mientras los alumnos pasaban por las puertas de sus casas, al tiempo que los maridos ordenaban a sus hijos llevarles el equipaje hacia los taxis. Aunque los mayores regalos que se llevaban no eran materiales.

- “Antes del seminario , nuestro barrio estaba dejado de la mano de nuestro Dios, ahora ya no. Nosotros ya tenemos identidad” decía un niño, de unos doce años, emocionado mientras se abrazaba a la cintura de Esteban que, con la piel de gallina, no pudo evitar regalarle lo poco que le quedaba: una antigua bandera de Andalucía.

- “¿Quién es el hombre de los leones?, dijo el niño

- “Este es Hércules y tiene la culpa de que todos estemos aquí. Aunque tú no seas capaz de domar leones o sostener altas columnas intenta no olvidar lo que dice su letrero: ¨Non Plus Ultra¨, que significa todos somos iguales, aquí y allá”, y con esta mentira piadosa se despidió Esteban ante la alegría del niño que se colocó la bandera a modo de capa mientras corría buscando a sus amigos para enseñarles su tesoro.

Y atrás quedó Larache y Jnane Aztout. Y esta vez, en el camino no hubo nervios, ni miedo, ni importaban los próximos mareos en la travesía. Volvían a casa con la conciencia tranquila y el agradable sabor de boca que deja la sensación del deber cumplido. Ese deber que llevó a Esteban de Manuel junto a un centenar de alumnos a eliminar las diferencias existentes entre dos culturas hermanas, y al mismo tiempo a demostrar que incluso los semidioses se equivocan. Esa fue la última idea anotada por Esteban en su agenda justo antes de zarpar, “Quizás algún día el Estrecho sea tan sólo un simple mar”.

lunes, 17 de mayo de 2010

Eloy Vaquero, un montalbeño internacional


Eloy Vaquero Cantillo es sin duda una de las figura públicas más importantes que vio nacer Montalbán de Córdoba. Montalbán era, y sigue siendo, un pueblo pequeño de la Campiña Sur cordobesa, que basaba su economía en la agricultura. Conocido por sus ajos y melones, seguro que los vecinos que aquella tarde del 28 de junio de 1888 trabajaban en las eras de las afueras, no esperaban que su pueblo acogiera entre sus calles el nacimiento de un niño que se ganaría la vida con las letras y no con los aperos del campo.

Desde pequeño quedó patente su interés por la literatura y por la enseñenza, tanto que fue galardonado por su trabajo El Quijote es una joya pedagógica con el primer premio en el certamen para conmemorar el III Centenario de El Quijote. Su vocación le llevó a estudiar la carrera de magisterio en Córdoba, lugar donde fijo su residencia tras casarse con Carmen Ruz Nieto. Como maestro intentó revolucionar el sistema educativo con sus ideas progresistas hasta que en 1923 convirtió la Escuela Obrera de Córdoba en Escuela al Aire Libre. Fruto de su experiencia pedagógica escribió su obra literaria Las Escuelas al Aire Libre.

Antes de esto, Eloy Vaquero decidió que su tiempo debería ser compartido entre la docencia y otra de sus pasiones, la política. De la mano de su mentor Alejandro Lerroux, ingresó en el Partido Republicano Radical en 1910. Durante su vida política conoció y entabló amistad con Blas Infante, con el que compartía su andalucismo y la admiración por la teoría de H. George, que defendía que cada persona es dueña de lo que produce, pero los recursos naturales son de todos los hombres. El joven político se descubría como una persona preocupada por los problemas de los campesinos y con ideas muy progresistas, tanto que en 1913 organiza en Montalbán un "ensayo comunitario de organización radical obrera". La comuna estaba compuesta por las instituciones de defensa social, beneficencia, cultura y apoyo mutuo.
En 1914 comienza a estudiar abogacía, carrera necesaria para cualquier político de la época. Durante el transcurso de estos estudios, sólo un año después, entroó a formar parte de la logia masónica de Turdetania, donde coincidió de nuevo con Lerroux y otros importantes cordobeses como Antonio Jaén Morente y Manuel Ruiz Maya.

Con la llegada de la II República su carrera política siguió ascendiendo. El 15 de abril de 1931 fue elegido como alcalde de Córdoba, cargo que ostentó sólo dos meses ya que fue elegido como diputado en las Cortes Constituyentes. En los siguientes años ocupó varios puestos en la Administración hasta que su política giró a la derecha y en las elecciones de 1933 se presentó en las filas de la Coalición de Derechas y agrarios. En 1934 fue nombrado Ministro de Gobernación y un año después Ministro de Trabajo, Sanidad y Previsión Social.
Durante su estancia en el Ministerio de Gobernación se produjo la Revolución de 1934, un movimiento huelguístico que estaba en contra de la llegada al poder del conservadurismo y que tuvo una gran ferocidad en Asturias. La represión del gobierno republicano fue muy violenta y los sectores más próximos al comunismo de su pueblo natal lo culparon de ser el responsable de las matanzas, a pesar de que el que ordenó la actuación del ejército fue el Ministro de Guerra Diego Hidalgo Durán.

Muchos de sus paisanos conservan aún el sentimiento de que fueron traicionados por Eloy Vaquero, lo que provocó una polémica cuando se propuso poner su nombre al reciente instituto de enseñanza secundaria de Montalbán. Finalmente el centro fue nombrado como “Maestro Eloy Vaquero”, de una forma que sólo se reconoce su labor pedagógica, excluyendo la política.

Tras fracasar en las elecciones de 1936 se exilió a Gibraltar y de ahí paso a Inglaterra y después vivió por primera estancia en Nueva York. Se mudó a La Habana y a Caracas donde fue profesor y redactor de una revista hasta que en 1939 volvió a Nueva York. Allí fue docente de la Universidad de Columbia y fundó y dirigió otra revista. Nueva York fue la ciudad que lo vió morir a los setenta años después de caer enfermo en 1960.

sábado, 8 de mayo de 2010

Que se esté quieto quien pueda


Siempre digo que vaya mierda no haber nacío bastantes años antes para disfrutar de música así en directo, pero desde el día que mi madre me dijo que si hubiera nacío en esa no tendría dinero para ir a verlos.... doy gracias a Youtube por poder hacer un concierto en mi cuarto.

Led Zeppelin tocando Trampled Underfoot en Earl's Court

jueves, 6 de mayo de 2010

¿Una imagen vale más que mil palabras?, y una mierda

Cuando a veces escucho la frase de “una imagen vale más que mil palabras”, sinceramente me entran ganas de mandar a quien lo diga a la mierda. Es cierto que una imagen apoya y mejora una información de una forma espectacular, pero es una alabanza al simplismo decir que vale más que mil palabras nada más y nada menos.

Hoy en la clase de Información y Propaganda estaba pensando esto viendo uno de los carteles que Mao Tse-Tung, el que fue líder de la República Popular China. En él aparecía el dibujo de una familia feliz y sonriente que esperaba a que la madre, claro está, trajera la comida a la mesa. La habitación la presidía un cuadro del poderoso dictador y en la parte superior del cartel aparecía una leyenda con algo similar a: “Gracias a Mao nuestras familias son más felices”. Pongo este ejemplo porque es el que he visto hoy, pero podría hacer lo mismo con una familia que esperara la comida bajo un retrato de Hitler, Cristo u Obama.

Me imagino al niño chino preguntando a sus padres “mamá, papá entonces ¿esta comida que tenemos es gracia a Mao?, ¿no estuvisteis ayer todo el día trabajando para conseguirla? Y los padres contestando rápido: “shhh niño calla y come, no pienses más de lo que te marca la gente que sale en fotos con porte de dioses”. El niño seguro que se comería su plato y si a los dos días lo llaman a las armas porque su líder-alimentador le ha entrado el capricho de matar a unos pocos, pues ahí va. Si es estadounidense, se marcha para Afganistán o para Irak con otros pocos que también se han criado bajo una sola visión del mundo, sin cuestionarse si a lo mejor no es mentira eso de que son un país que debe educar a tiros a los demás que no piensan como ellos.

La imagen es que tiene un poder muy fuerte. Es muy fácil de captar, cualquier persona, incluso quien no sabe leer ni escribir, puede procesar la información de formas y colores. Un ejemplo que tenemos muy a mano es la Semana Santa, que surgió como una forma de explicar a quien no había tenido el lujo de recibir una educación, cómo eran aquellas historias que venían en un libraco como la Biblia, tan grande e inaccesible en la época que no muchos podía leerlo. Lo malo es que igual de fácil es captar el mensaje de una imagen como manipularlo y es mucho más fácil conformarse con tragarse una imagen que sabes que está manoseada que leer un libro o escuchar a alguien que te explique lo que hay detrás de todo lo aparente.

Lo peor de todo es que estamos perdiendo el contacto humano. Ya no queremos escuchar mil palabras interesantes de alguien sino ver una imagen, aunque sea tonta de cualquiera que salga con la tele. Vaya aparato este, un mundo poblado por personas de 20 segundos que en 2 tienen que contar su vida y los otros 18 tienen que estar pendientes de aparentar lo que pretenden ser. Figuras que se insultan tan rápido que no nos da tiempo a ver si lo que dicen está bien o está mal o que se presentan como una alternativa con soluciones a los problemas del Gobierno, pero sin mencionar ninguna de estas medidas durante sus tortazos verbales. Albert Chillón dice en su libro Periodismo y Literatura: “Los medios han contribuido a reemplazar la necesidad de recordar por un revoloteo continuamente renovado de palabras apenas oídas al paso. El chaparrón de palabras fragmenta y dispersa la atención de los receptores; la consciencia de los hombres y las mujeres actuales ha adquirido una cualidad sublimada, nebulosa, gaseosa: las palabras oídas aquí y allá pululan en desorden y movimiento permanentes. La llamada sociedad de la información produce, entre otros efectos, una patente saciedad de la información”. Eso es lo peor, que encima nos creemos que estamos informados.

martes, 4 de mayo de 2010

Entrevista a El Giraldillo


Nos conocimos ya hace tiempo. A pesar de coronar una de las ciudades más importantes de España, no había oído hablar de ella hasta el mismo día que estuve en lo más alto de su casa, justo a sus pies. La primera vez que nos vimos, yo estaba de visita cultural: “Bien chicos, ya estamos en lo más alto de la Giralda –decía la guía- por encima nuestra sólo queda la estatua de El Giraldillo, una representación de la fe, de la victoria del cristianismo sobre el Islam”, concluyó. Pensé en la responsabilidad que le había tocado llevar a la estatua y me pregunté cómo se sentiría realizando esta labor, pero los últimos metros de la torre me impedían resolver mis dudas.

Me marché de Sevilla con preguntas y ganas de conocer, tenía que poner orden a toda esa nube de dominación de religiones, representaciones de la fe y toda la historia de una ciudad que ha sido marcada por la convivencia entre culturas. Lo único que tenía claro al comenzar esta aventura es que la mejor persona que podría resolver este embrollo era la protagonista de la historia, el Giraldillo. Lástima que aquellos metros que nos separaban fueran insalvables.

Comencé a leer un poco de la historia de la figura. Su padre, Bartolomé Morel, la trajo al mundo en 1568, en pleno Renacimiento. Sus 128 kilos repartidos en 3 metros y medio de estatura pretendían representar cómo después de que la Giralda fuera una minarete musulmán durante muchos años, había pasado a ser lugar de culto cristiano definitivamente. Era fácil conocer cual era la biografía y el aspecto del Coloso de la Fe Victoriosa, como también se conoce, pero no que pensaba y que sentía al realizar su labor. Esos dichosos metros de distancia…

Hablar con el Giraldillo se había convertido casi en una obsesión, como un amor platónico en el que el ansia de querer choca de frente con la barrera de la realidad, hasta que en una de las típicas ojeadas a la prensa diaria los ojos se me pusieron como platos. “El Giraldillo espera su restauración en las Ataranzas Reales”, anunciaba un titular. Los metros que antes nos separaban podían convertirse ahora en unos pocos centímetros. Casi sin pensarlo salí corriendo a intentar encontrarme por fin con ella.

Llamar a la puerta, decir mi propósito, pasar hasta el patio del fondo. Después del tiempo esperado y de la falta de esperanzaque tenía por conseguirlo, parecía mentira que llegar hasta el Giraldillo fuese ahora tan fácil.

Al verla de cerca era difícil mantener la boca cerrada. Una mujer enorme pero estilizada, sensual pero guerrera a la vez. “Si esto es la fe, la fe es algo grande de verdad” es lo primero que pensé. Pero detrás de su abrumadora presencia, el Giraldillo es una persona sencilla, muy humilde, con una gran sabiduría fruto de tantos años de observación y reflexión y con las ganas de comunicarse de quien lleva todo ese tiempo a solas.

Después de las típicas presentaciones y de hablar sobre cosas amenas para ir abriendo el terreno, la pregunta que me perseguía durante este tiempo pronto salió a relucir.

- El Cristianismo es una religión que tiene como bandera el amor incluso hacia los enemigos, la humildad, el respeto… pero desde tu concepción estabas pensada para representar la dominación sobre otras culturas. ¿No crees que eso es un poco contradictorio?

- Pues la verdad es que sí, lo veo como algo que choca, pero esa es la visión que alguna gente ha dado sobre mí papel pero yo en realidad siempre he intentando representar otro, a pesar de no poder haber conseguido transmitir mi mensaje. No se si lo sabrás, pero cuando Bartolomé Morel me ideó, tenía en la cabeza la imagen de una Palas o una Minerva, figuras de la tradición griega y romana. En realidad, soy tradición pagana pero vestida de cristiana, lo que no quiere decir que no sea una cristiana de verdad. Lo que quiero decir es que soy fruto de una mezcla de cultura y civilizaciones, igual que lo es mi casa y lo es Sevilla, por eso no me gusta dar la imagen de dominación, sino de convivencia. Creo en el Cristianismo de verdad, en el que comparte los valores de respeto que has mencionado antes y prefiero ser hermana de los musulmanes que su represora, en realidad los creyentes de las dos religiones adoramos al mismo Dios, lo único que nos diferencia es que no nos aclaramos quien es el verdadero profeta, pero eso es lo de menos.

Entre las risas que nos había producido su última frase, propuse al Giraldillo dar un paseo por el centro de Sevilla para poder contemplar juntos el complejo de la Catedral, lo que desde hace tanto es su casa. Por el camino el diálogo no cesaba.

- Pero desde que te izaron en la Giralda, Sevilla se ha esforzado por ser cada vez más católica, bueno mejor dicho, más cristiana. La Contrarreforma, el Barroco, la Semana Santa… Sevilla se concentró tanto en preservar el Cristianismo que incluso la llamaban la ciudad-covento y la tradición vuelve cada año con la Semana Santa ¿no es verdad?


La mujer se cortó un poco y empezó a titubear porque no era tan fácil abrir su corazón a un cordobés que acaba de conocer, así que avisé a mis compañeros de grupo de Periodismo y Literatura, los tres de Sevilla, y siguió confiando a ellos sus secretos. Pronto nos enteraremos de como siguió la historia.

Yo también necesito el derecho a imaginarme


Yo también quiero tener el derecho a imaginar el mundo que viene, lo necesito. Aunque la mayoría del tiempo esté a gusto a pesar de estar amordazado, de vez en cuando me entra un picor que no puedo aguantar. Rasco y rasco mientras pienso en capitalismo, comunismo, educación... me sale sangre de alegría. Alegría de darme cuenta que soy una persona, igual que el que ideó toda esta maquinaria tan pesada que es a la vez liviana como para no darnos cuenta de que existe. Quiero tener el poder de cambiar las cosas o por lo menos de proponerlas. Quiero respeto, igualdad, educación en valores. Quiero vivir en una sociedad en la que triunfe el mejor pero teniendo las mismas oportunidades, que nos sentamos afortunados de vivir y con fuerza para afrontar lo que nos viene. Quiero que demos gracias a ningún Dios por las herramientas que nos ponen en las manos y que luchemos con ellas para que todo vaya a mejor. Quiero periodistas agita-conciencias, profesores de niños críticos, quiero gente que quiera ser eso, quiero tantas cosas que lo único que puedo hacer por ahora es intentar decírtelas para que entre todos hagamos algo. Quiero tener el derecho a imaginar mi mundo y a transmitírtelo a ti y sobre todo, quiero que un día sea verdad.

martes, 6 de abril de 2010

Alegría y luto unidas por el sentimiento




El Domingo de Resurrección es uno de los días grandes de Montalbán. Todos los montalbeños se engalanan, se visten de fiesta para acompañar a Jesús Resucitado y a la Virgen de la Alegría por las calles del pueblo. Después de las tristes estaciones de penitencia de días anteriores, esta procesión se llena de un color rojo pasión y la banda de música ya no llora una muerte, sino que canta de alegría. Entre las cornetas y tambores de la Agrupación Musical Cristo de la Expiración, los montalbeños y muchos de los visitantes de pueblos vecinos que los acompañan, hablan, ríen, se emocionan, hacen un rezo a la vida.

Pero este año, entre todo el mar de felicidad de la procesión también había un gran lugar guardado para el recuerdo, para el recuerdo de Antonio Marín, director de la agrupación musical. La banda del Cristo de la Expiración es una agrupación que a pesar de no ser la titular de la Hermandad de Jesús Resucitado está muy vinculada a ella. Es una banda de La Rambla pero que tiene a músicos montalbeños en sus filas por lo que muchos de ellos afirman que después de tocarle a “su Cristo, el Domingo de Resurrección es lo más grande para nosotros”. Este sentimiento de unión ha permitido que el Domingo de Resurrección de Montalbán disfrute un año más de la música del grupo, después de que este anulara muchas de sus salidas por la reciente muerte de su director. A pesar de todo, la banda del Cristo y los hermanos de El Resucitado se volvieron a encontrar un año más, pero ésta vez en la Parroquia de Santa María de Gracia en lugar de en El Calvario y con crespones de luto recordando a Antonio.

La ermita de El Calvario, lugar habitual de salida de la Hermandad, ha sufrido daños por las intensas lluvias de estos meses por lo que el inicio de la procesión ha tenido que ser desplazado, así como su recorrido. “Era una de las mayores preocupaciones de este año, no sabíamos que podía pasar con el cambio de itinerario”, decía María de la Paz Cañero, contracapataz de Jesús Resucitado, al finalizar la procesión. “Temíamos que a la salida no nos acompañara mucha gente –continuó- pero había muchos niños vestidos desde primera hora”. Los niños son los grandes protagonistas de este acto, incluso la misma talla de Jesús, es un niño. Representan la vitalidad por lo que sus caras no se esconden, sino que muestran sus sonrisas y los tristes pasos de una estación de penitencia, se convierten aquí en un baile.

El baile también ha tenido que cambiar de lugar, pasando de la Plaza de Andalucía a la puerta de El Calvario. Éste es sin duda el momento más esperado de la procesión. La Agrupación Musical guarda para el baile sus mejores marchas y los costaleros y costaleras reservan sus energías para el esfuerzo. Después de estar siguiéndolo, aquí la Virgen de la Alegría se encuentra con El Niño y comienza una danza en la que uno se inclina ante el otro, se mecen y son subidos hasta lo más alto por sus costaleros.

Después del baile y la ofrenda floral a Nuestro Padre Jesús de El Calvario, el desfile continuó subiendo por la calle Ancha, todavía con más personas acompañándolo, hasta que pasadas las 14:00 llegaron de nuevo a la parroquia. El último esfuerzo, las últimas levantás de los costaleros y costaleras, las últimas notas al aire, los últimos redobles de tambor. Cuando todo había acabado las lágrimas de emoción saltaron al primer plano. “De lujo”, “impresionante”, “enhorabuena”, se escuchaba entre los abrazos de los miembros de la banda y de estos con los hermanos del Resucitado. “El esfuerzo ha merecido la pena”, dijo Luís Crespín, uno de los integrantes de la banda. “Es muy duro tocar después de la muerte de Antonio pero la banda ha sonado como nunca, más que motivada”, afirmó.

Un año más la Hermandad de Jesús Resucitado y la Virgen de la Alegría, acompañada de la Agrupación Musical del Cristo de la Expiración, pone el broche final a la Semana Santa de Montalbán. Este año será muy especial para ambas agrupaciones y siempre quedará en el recuerdo como el día en el que fueron capaces de dar de la mano a alegría y tristeza.

lunes, 22 de marzo de 2010

El día que Obama venció a la sanidad privada

El Congreso de Estados Unidos ha aprobado por mayoría simple la reforma sanitaria propuesta por Obama y que dotará de un seguro público a toda la sociedad estadounidense. Parece que los congresistas se han dado cuenta de que en un país con una extensa tradición de liberal, la salud de millones de personas no es una mercancía más con la que las grandes aseguradoras pueden llenar sus frondosas arcas. El mismo Obama expresaba este sentir: “estamos orgullosos de nuestro individualismo y de nuestra libertad, pero también sentimos como una comunidad que está dispuesta a ayudar a los más vulnerables, a los necesitados, a los que no han tenido suerte, para hacerles un hueco entre la clase media".
Estos que no han podido hacerse un hueco y que no tenían contratado ningún seguro, son nada más y nada menos que 30 millones de personas. Personas que hasta la fecha, podían morir en la puerta de un hospital sin que nadie se inmutara, todo gracias a la presión de las aseguradoras privadas que impidieron que se aprobaron otras propuestas como las de Bill Clinton, anteponiendo vilmente los fines económicos sobre la propia humanidad. Las aseguradoras han intentado restringir la libertad de los ciudadanos, algo intolerable pero normal en las actuales democracias. La ley no obliga a adherirse al seguro público, sólo da la oportunidad de ejercer el derecho a este servicio, mientras que los seguros privados y sus pólizas, siguen vigentes para quien quiera contratarlas. Si como dicen en su campaña contra la ley "nosotros podemos hacerlo mucho mejor que un sistema sanitario dependiente del Gobierno", lo correcto sería que existiera ese sistema público para garantizar un servicio mínimo y que la gente que no esté contenta con él, contrate una póliza privada.
Obama ha demostrado con la aprobación de la ley que es un líder capaz de lidiar con los diferentes grupos que existen dentro de los demócratas, con el partido republicano y sobre todo que tiene valor para anteponer a sus ciudadanos ante las grandes empresas.

sábado, 20 de marzo de 2010

Blas Infante, el hombre tras el mito

El papel fundamental de su mujer, su conversión al Islam o la oposición a su ideología son partes de su vida que no han trascendido a la historia

Blas Infante en su viaje a Marruecos.


Las naciones no existen en la naturaleza, sólo son construcciones que crea el hombre buscando unir a un pueblo en torno a un sentimiento común. El encargado de realizar esta acción con el nacionalismo andaluz fue Blas Infante, considerado en el preámbulo del Estatuto de Autonomía de Andalucía de 1980 como el “Padre de la Patria Andaluza”.

Para construir una nación también es necesario construir a sus héroes y fundadores, lo que conlleva que la historia de su vida se centre en determinados aspectos de su y se aleje de otros, para transmitir un mensaje único de unidad.

Todo el mundo sabe o habrá escuchada alguna vez durante su enseñanza la historia de Blas Infante. Blas nació en Casares, un pueblo de Málaga en 1885, en el seno de una familia acomodada. De padre notario, su futuro profesional se encaminó por la misma vía. Estudió en el colegio de los Escolapios hasta que tuvo que dejar su formación por la crisis económica que se derivó del desastre del 98. El último curso de bachiller lo hizo por libre, igual que la carrera de Derecho. Esto demuestra la fuerza de voluntad de Blas Infante y la importancia que dio a la educación, igual que muchos de los integrantes de su círculo de amistades políticas como Eloy Vaquero.

Tras ser licenciado, las oposiciones para notario fueron su siguiente objetivo. Al conseguir su ansiado trabajo, viajó por toda Andalucía, de destino en destino, lo que le llevó a conocer muchos de los rincones y de las gentes de la que sería la Comunidad Andaluza.

Desde pequeño, en Casares, fue testigo de las penurias y hambrunas que sufrían los trabajadores del campo de su comarca. Él mismo dijo: “yo tengo clavada en la conciencia desde la infancia la visión sombría del jornalero, yo lo he visto pasear su hambre por las calles del pueblo”. Su preocupación por la clase obrera lo llevó a iniciarse en el georgismo, una ideología que defiende que cada persona es dueña de lo que produce, pero los recursos naturales son de todos los hombres. De este modo, pretendía gravar con un impuesto único los ingresos por las rentas del campo. “La tierra mas fértil de España está cerrada al trabajo. Los toros engordan en las tierras que se niegan a los hombres, forzados a emigrar”, dijo en uno de sus escritos sobre el tema.

La visión de la Andalucía agrícola cambió durante su estancia en Isla Cristina. Esta localidad onubense basaba su economía en la industria pesquera y conservera, en lugar de en el campo, lo que le supuso abrir sus horizontes y perspectivas. Infante comprendió que Andalucía abarcaba todos los sectores económicos y muchos trabajos, por lo que la miseria que sufría no era fruto de ser una tierra estéril con unos trabajadores ineptos, sino que ésta procedía del reparto de capitales y la subordinación a Madrid. Aquí nació su idea de una Andalucía independiente y libre, libre sobre todo de los mandatos económicos de España.

Detrás de esta historia que es fácil de conocer, Blas Infante, como cualquier otro hombre, tiene muchas más cosas por descubrir. Una de ellas es su mujer, Angustias García Parias, que jugó un papel fundamental en la vida del político. Infante antes que notario o escritor, pretendía ser padre de familia, cuidar de sus cuatro hijos para que se sintieran arropados. Esto no sería posible sin el trabajo de su esposa, que logró darle la estabilidad necesaria para conjugar su vida privada con la pública de político. Además de actuar como apoyo, Angustias también ayudó a Infante en la creación y conservación de los principales símbolos de Andalucía. Bordó la bandera que propuso su marido con las telas que él mismo trajo de su viaje a Marruecos y guardó con celo durante los años del franquismo todos los documentos y manuscritos que escribió Blas Infante, además de la bandera, el escudo y las partituras del himno que posteriormente el Parlamento de Andalucía haría oficiales en 1981 en su Estatuto de autonomía.

Otro de los aspectos menos conocidos del Padre de la Patria Andaluza son sus creencias religiosas. Blas Infante se convirtió al Islam en 1924, cambiando su nombre a Ahmad Infante. La conversión la realizó durante un viaje a Agmat, ciudad marroquí donde está la tumba del rey árabe de Sevilla Almutamid. La influencia musulmana está presente en muchos de los pasajes de sus obras, su ideología y en la misma casa que construyó en Coria, con un estilo marcadamente morisco y a la que llamó Dar al-Farah, alegría en árabe. La idea de que Andalucía era una entidad independiente, con unas características diferentes a las de España, la basó en gran medida en la tesis de que la región tenía una historia musulmana única en todo el conjunto nacional. De esta forma, Blas Infante sostenía que aunque Andalucía siempre sería española, “nunca ha sido, es, ni será parte de Europa”.

Ahmad Infante llegó a pedir en su libro El complot de Tablada la restitución de la mezquita de Córdoba al culto musulmán, aunque no anunció claramente su Islam por como decía en el mismo libro: “restaurar Al-Andalus, en Andalucía, actualizando sus inspiraciones esenciales habría venido a determinan que se llegaran a reir de nosotros y por lo menos nos tuviesen por locos que pretendíamos volver a vestir de moros y resucitar en nuestro país el Islam”. Aún así, la confesión religiosa de Infante no estuvo siempre escondida y según dijo: “poco a poco, por nuestros instrumentos de propaganda, periódicos y conferencias, íbamos manifestando nuestra fe verdaderamente; y la comprendían aquellos que podían comprenderla”.

Blas Infante, a pesar de estar reconocido como el padre de Andalucía, tiene también dentro de la comunidad a personas e instituciones, como la Plataforma por Andalucía Oriental que están en contra de su figura y sobre todo, su ideología. Rechazan la unidad política de Andalucía y piden que las provincias de Jaén, Granada y Almería formen una comunidad autónoma independiente. Algunas de las personas de esta ideología defienden que en la Asamblea de Córdoba de 1933, donde se aprobó el Anteproyecto de Bases para el Estatuto de Autonomía de Andalucía, Blas Infante marginó y no dejó expresarse en libertad a los representantes de estas provincias.

Con todas sus caras, Blas Infante se descubre como una figura clave en la configuración de la actual Andalucía y que necesita un estudio hondo e imparcial para llegar a conocer toda su historia.
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