Hace ya 69 años que Miguel Hernández se marchó, pero cualquiera diría que el poeta de Orihuela sigue recitando y luchando desde los corazones de los montalbeños. El pasado sábado se cerró en Montalbán el ciclo que durante el año del centenario de su nacimiento recordó que la vida de las letras es mucho más larga que la de las manos de las que parten. Un total de 30 artistas locales llenaron con el espectáculo músico-poético Que mi voz suba a los montes el teatro municipal de un espíritu y un ambiente que incluso transportaba a tiempos anteriores.
Versiones de poemas que antes han sido cantados por artistas como Serrat, interpretaciones impregnadas de un tinte flamenco o emotivas lecturas de las piezas más desgarradoras del poeta. Cada actuación tenía el toque necesario como para que el público encontrara algo que retener en la memoria. La obra fue conducida magistralmente por los actores María Jesús Márquez y Luis Alcalá, que encarnaban a Miguel Hernández y su esposa Josefina, y que interpretaron unos diálogos escritos para la ocasión por el autor local Prudencio Salces. En una de sus intervenciones, el personaje de Miguel de mostraba satisfecho al ver a tanta gente joven rendir honores a su poesía. No solo el poeta se habría alegrado del acto, sino que todo Montalbán se mostró orgulloso de que Miguel siguiera vivo entre ellos.
No pude ponerlo en el artículo por cuestión de espacio pero por lo menos por aquí quería dar las gracias a Prudencio, Alfon y Jose Mari por el trabajo y el esfuerzo que han invertido en que el acto saliera adelante.
5 comentarios:
Fué un espectáculo fenomenal que tuve la suerte de presenciar en directo. Yo estoy convencido de que lo bueno, bueno, lo nota todo el que lo ve y así sucedió. Todos los que estábamos aplaudimos durante un rato sin parar, porque nos había parecido sublime y así lo dijimos con nuestras palmas. Me demostró mi pueblo además que hay muy buenos artistas, cantando y tocando instrumentos de muy diversas formas, desde hacerlo en coro, hasta por flamenco y todo bueno. A todos los que de una forma ú otra nos ofrecisteis ese gran espectáculo, enhorabuena y gracias, sois fenomenales.
Lo que ha unido el pastor que no lo separe nadie.
No te imaginas la alegría que me da escuchar el nombre de Miguel Hernández. Era, es y será, mucho más que poesía.
Un abrazo enorme compañero.
PD.- Desde hoy te sigo en twitter ; )
Leí esta crónica en voz alta a mi familia el mismo día de su publicación en el periódico. Tengo que decir que al final se me cortó un pocola voz por la emoción, pues en pocas palabras dices lo que con la celebración del Centenario pretendíamos, que de alguna manera el poeta alicantino siguiera entre nosotros...
Nuestro agradecimiento sincero, creo que puedo hablar también en nombre de Jose Mari y de Prudencio, a todos los que aceptásteis el reto de hacerlo posible.
Alfon
Juan Antonio, ¿sabes una cosa? Tú también eres Miguel Hernández.
Lo perecedero del concierto "Que mi voz suba a los montes" será la poseía de Miguel que tocasteis y cantasteis los que gozáis de voz, energía y talento para ofrecer al pueblo lo que del pueblo nació tan hermosamente.
Por lo que a mí respecta, me satisface que Montalbán haya homenajeado a Miguel de la manera más justa y amplia. Debe entenderse con esto que aun habiendo sido comunista no lo hemos celebrado nada más que los comunistas. Pues antes, durante y después de la guerra, él representa la pasión de las tres heridas eternamente humanas, y es al mismo tiempo si no el mejor, un gran renovador de nuestra tradición poética más profunda.
Creo que estamos de acuerdo en esto. Gracias por tu participación en el concierto y por la divulgación tanto en prensa como aquí.
Ah, y lo que escribe Karlitos Martín: "Lo que el pastor ha unido que no lo separe nadie". Precioso.
Personalmente, me llenó de satisfacción participar en un acto cultural como el de Miguel Hernández.
Siempre lo he dicho y siempre lo diré: la cultura no es feudo de la política sino de la historia. Es trabajo de los artistas, escritores, poetas, pintores, etc. contar la historia de un pueblo y trabajo nuestro es recordar lo que quisieron contarnos, en todos los ideales, pues sino fuera así, la historia sería incompleta.
Un fuerte abrazo a todos y a ver cuando nos juntamos para otra.
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