jueves, 6 de mayo de 2010

¿Una imagen vale más que mil palabras?, y una mierda

Cuando a veces escucho la frase de “una imagen vale más que mil palabras”, sinceramente me entran ganas de mandar a quien lo diga a la mierda. Es cierto que una imagen apoya y mejora una información de una forma espectacular, pero es una alabanza al simplismo decir que vale más que mil palabras nada más y nada menos.

Hoy en la clase de Información y Propaganda estaba pensando esto viendo uno de los carteles que Mao Tse-Tung, el que fue líder de la República Popular China. En él aparecía el dibujo de una familia feliz y sonriente que esperaba a que la madre, claro está, trajera la comida a la mesa. La habitación la presidía un cuadro del poderoso dictador y en la parte superior del cartel aparecía una leyenda con algo similar a: “Gracias a Mao nuestras familias son más felices”. Pongo este ejemplo porque es el que he visto hoy, pero podría hacer lo mismo con una familia que esperara la comida bajo un retrato de Hitler, Cristo u Obama.

Me imagino al niño chino preguntando a sus padres “mamá, papá entonces ¿esta comida que tenemos es gracia a Mao?, ¿no estuvisteis ayer todo el día trabajando para conseguirla? Y los padres contestando rápido: “shhh niño calla y come, no pienses más de lo que te marca la gente que sale en fotos con porte de dioses”. El niño seguro que se comería su plato y si a los dos días lo llaman a las armas porque su líder-alimentador le ha entrado el capricho de matar a unos pocos, pues ahí va. Si es estadounidense, se marcha para Afganistán o para Irak con otros pocos que también se han criado bajo una sola visión del mundo, sin cuestionarse si a lo mejor no es mentira eso de que son un país que debe educar a tiros a los demás que no piensan como ellos.

La imagen es que tiene un poder muy fuerte. Es muy fácil de captar, cualquier persona, incluso quien no sabe leer ni escribir, puede procesar la información de formas y colores. Un ejemplo que tenemos muy a mano es la Semana Santa, que surgió como una forma de explicar a quien no había tenido el lujo de recibir una educación, cómo eran aquellas historias que venían en un libraco como la Biblia, tan grande e inaccesible en la época que no muchos podía leerlo. Lo malo es que igual de fácil es captar el mensaje de una imagen como manipularlo y es mucho más fácil conformarse con tragarse una imagen que sabes que está manoseada que leer un libro o escuchar a alguien que te explique lo que hay detrás de todo lo aparente.

Lo peor de todo es que estamos perdiendo el contacto humano. Ya no queremos escuchar mil palabras interesantes de alguien sino ver una imagen, aunque sea tonta de cualquiera que salga con la tele. Vaya aparato este, un mundo poblado por personas de 20 segundos que en 2 tienen que contar su vida y los otros 18 tienen que estar pendientes de aparentar lo que pretenden ser. Figuras que se insultan tan rápido que no nos da tiempo a ver si lo que dicen está bien o está mal o que se presentan como una alternativa con soluciones a los problemas del Gobierno, pero sin mencionar ninguna de estas medidas durante sus tortazos verbales. Albert Chillón dice en su libro Periodismo y Literatura: “Los medios han contribuido a reemplazar la necesidad de recordar por un revoloteo continuamente renovado de palabras apenas oídas al paso. El chaparrón de palabras fragmenta y dispersa la atención de los receptores; la consciencia de los hombres y las mujeres actuales ha adquirido una cualidad sublimada, nebulosa, gaseosa: las palabras oídas aquí y allá pululan en desorden y movimiento permanentes. La llamada sociedad de la información produce, entre otros efectos, una patente saciedad de la información”. Eso es lo peor, que encima nos creemos que estamos informados.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Un ejemplo de la fuerza de la imagen y de la falta de reflexión que provoca venía ayer en el artículo de la defensora del lector de El País http://www.elpais.com/articulo/opinion/Periodismo/refrito/composicion/elpepiopi/20100502elpepiopi_5/Tes

Muchos de los medios, por ejemplo Público que fue el caso que yo seguí, publicaron el vídeo de la paliza en el metro con muchas deficiencias informativas. El artículo fue evolucionando a lo largo del día, cambiando la ideología de los protagonistas, añadiendo información... en fin, demostrando que se publicó cuando se publicó sólo porque tenían la morbosa imagen, eso de informar ya vendría después, o no.

Mª Paz Cañero Crespo dijo...

Cuánta verdad y que razón tienes en tus palabras!! Enhorabuena!! Como siempre me encantan tus artículos!!
Te quiero

Fran León dijo...

Me quedo sobre todo con la frase "Estamos perdiendo el contacto humano". Es una de las "propiedades" del ser humano actual que más me inquieta y sobre todo en nosotros, los jóvenes y periodistas. Cuando veo en clase de redacción como la gente se comunica a través de Tuenti cuando se encuentran una fila más atrás, me replanteo muchas cosas.

Un abrazo hermano ;)

Prudencio Salces dijo...

La imagen simplifica las cosas, dijo el vivales. Gracias a ti que lo adviertes: cuidado con lo simple, que además de la sal puede faltarle la sustancia.

Bien por tus reflexiones, Juan Antonio. Para mí valen mucho más que un buen gol en una foto extraordinaria.

Anónimo dijo...

Muchas gracias Prudencio, me alegra que te pases por mi rinconcito en internet y además aportes.

Un saludo y nos vemos pronto.

Juan Antonio el Mierda dijo...

Y UNA MIERDA.....? Típico comentario de revolucionario y masturbador de la mente, que solo encasilla detrás de lo que no le pueda afectar, su mundo idealista.
Ojo ahí que no estoy en contra con el mensaje, solo con esta pequeña palabra.

Anónimo dijo...

y una mierda es un típico comentario de cualquier persona que veas por la calle, no de un revolucionario ni un masturbador de mentes (por cierto a ver si puedes explicarme cómo va eso, no me importaría experimentar nuevos orgasmos). No sé a que te refieres con lo de que encasillo detrás de lo que no me puede afectar? que es lo que no me afecta el comunismo chino, el nazismo o la dictadura de la imagen?
Si no estás en contra del mensaje y criticas "solo esta pequeña palabra", lo siento amigo, creo que eres otro de los que no pueden ir más allá de las formas.

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